Hace años soñé una melodía que no pude sacar de mi cabeza. Estaba en una casa vieja, solo había una silla de metal, un sillón y una grabadora, eran como las 5 de la tarde el día estaba muy nublado y no había ninguna lámpara en casa, habían cuatro personas conmigo en la sala, no pude distinguir sus rostros solo veía sus siluetas, al único que podía distinguir y que conozco de hace años es al dueño de la casa, el detalle es no nos llevábamos muy bien. Estábamos escuchando música mientras revisábamos enormes pilas de discos maltratados sin caja, estaba ansioso por encontrar algo nuevo, cuando de pronto comenzó a sonar aquella melodía, no podía creer lo que estaba escuchando, era algo perfecto, nunca había escuchado algo igual, sin embargo era algo que estaba esperando encontrar desde hace mucho tiempo, la pieza era totalmente instrumental, la guitarra se escuchaba con una melancolía extrema, quería desesperadamente saber de quien se trataba, el problema era que el dueño de la casa fue quien puso dichoso disco y no pensaba dirigirme a él para preguntar de quien se trataba, el me conoce muy bien y sabia de mi desesperación, le pregunte a los demás pero ninguno de ellos sabia, fue tanto mi orgullo que paso por mi cabeza la idea de llevarme el disco sin que se dieran cuenta,  cuando estuve a punto de tenerlo en mis manos  desperté,  lo sorprendentemente era que seguía escuchando aquella pieza, poco a poco se iba desvaneciendo. Este ha sido uno de tantos sueños que me han inspirado en darle vida a Offbach.