Las dificultades nos llegan a todos, pero Dios provee todo lo que necesitamos para sobrevivir y florecer.

Dios es lento para la ira y nos da tiempo para arrepentirnos; sin embargo, también nos ama demasiado como para dejarnos vivir en el pecado.

¿Está usted experimentando el gozo y lo maravilloso de dar sacrificialmente?

A medida que crecemos en la relación con nuestro Padre celestial, ganamos confianza para hacer peticiones más audaces.

La decisión de servir y amar a menudo implica sacrificio, pero Dios siempre la recompensa.

La amistad profunda exige compromiso, lo que resulta en bendiciones abundantes.

Cuando sea criticado, haga una pausa para orar por la sabiduría de Dios antes de responder.

Los desacuerdos dolorosos son parte de la vida en este mundo, por eso nuestra manera de enfrentarlos es importante.

Como creyentes, tenemos una herencia gloriosa reservada en el cielo.

Cuando Dios le llame a dar la cara por Él, avance con valentía; la batalla es del Señor.

El Espíritu de Dios, que ha sido enviado para vivir en cada creyente, siempre está dispuesto a ayudarnos.

Aunque nos sintamos abrumados en medio de nuestras luchas, Dios nos llevará adelante.

Solo por medio de Jesucristo somos liberados de la esclavitud del pecado y hechos parte de la familia de Dios.

Dios nos ha provisto una fuente inagotable de fortaleza.

El Espíritu Santo intercede por nosotros y también nos permite conocer qué peticiones presentar al Señor.

El llamado que Dios nos hace de servir a los demás jamás desaparece.

Nuestro amoroso Padre celestial puede usar las dificultades para reajustar nuestras prioridades.

Dios quiere que encontremos satisfacción y gozo en nuestra relación con Él.

Cuando su fe vacile, dedique más tiempo a la Palabra de Dios para llenar su mente con la verdad.

Si creer en Dios le es difícil en esta etapa de su vida, pídale la ayuda que necesita.

Accedemos a todas las riquezas de Dios con una simple decisión: confiar en Él en todo.

Cristo es nuestra Roca; cuando elegimos confiar en Él, estamos seguros por la eternidad.

Escuche la voz del Señor, incluso cuando esté ayudando a otros, para asegurarse de que está haciendo la voluntad de Dios.

Cristo está listo para recibirle ahora mismo, tal como usted está.

Pídale a Dios que le ayude a vivir con libertad y propósito.

El Señor tiene un plan maravilloso para bendecirle y darle una vida llena de gozo.

Brindar la misericordia de Dios puede ser difícil; pero vivir con ira y resentimiento es peor.

La voluntad de Dios es que al igual que Él, seamos misericordiosos: ¿hay alguien a quien usted necesite perdonar hoy?

Pase tiempo en la Palabra de Dios, y aprenderá a escuchar la voz del Señor.

Cuando el deseo de nuestro corazón es honrar a Dios, Él nos dará una dirección clara para los desafíos de la vida.

Para encontrar la paz y el gozo de Dios, tome la determinación de confiar en Él, sin importar cómo responda a sus peticiones.

Gracias al Señor Jesucristo, nada impide que usted sea bienvenido en la presencia de su Padre celestial.

Cuando somos débiles y no podemos orar, el Espíritu Santo intercede por nosotros.

La tentación vendrá, pero Dios promete darnos el poder para resistir.

En su sabiduría, Dios permite y utiliza el sufrimiento de este mundo para el bien.

No tenemos que preocuparnos por lo que sucederá si obedecemos a Dios: Él cuidará de nosotros.

Nunca agotaremos las abundantes bendiciones que son nuestras gracias al Señor Jesucristo.

La gracia de Dios nos ofrece salvación y nos enseña cómo gozar de bienestar.

Dios quiere que usted sea parte de su familia eterna en el cielo.

Quienes encuentran su seguridad en Cristo pueden permanecer firmes y en paz cuando lleguen las dificultades.

No se desanime por la disciplina del Señor; ella es necesaria porque Él le ama y se deleita en usted.

Si usted elige confiar en Dios y obedecerlo, las pruebas se convierten en instrumentos de bendición.

Dios puede usar las opiniones de los demás para ayudarnos a crecer, incluso cuando nos sean dadas de una manera poco amable.

El Dios del universo ofrece amor y cuidado constantes a todos los que confían en Él.

Cuando lleguen momentos de ansiedad, elija confiar y obedecer a su amoroso Padre celestial.

La determinación de Cristo de soportar la cruz ganó la salvación para toda persona que quiera conocer a Dios.

Jesucristo dio voluntariamente su vida por nosotros. ¿Ha aceptado usted su regalo de salvación?

Dios creó y gobierna sobre el tiempo; Él nunca llegará tarde.

Dios le ama; puede confiar en que Él hará lo que sea mejor para usted.

El Dios de toda la creación dice que usted es escogido, precioso y llamado a vivir en la maravillosa luz de Cristo.

Enfoquémonos en Cristo en lugar de nuestras dificultades. Él nos dará liberación, consuelo y paz.

Encontramos gozo y satisfacción en la presencia del Señor.

Si su caminar con Dios se ha vuelto monótono, no tiene que seguir así.

¿Le parece satisfactoria su relación con Dios, o necesita ser reavivada?

¿Elegirá dejar su carga para creer lo que Dios dice de usted?

La convicción de culpa genuina que Dios nos da es un regalo para evitarnos el sufrimiento que se deriva del pecado.

El Señor ve más allá de lo que somos para ver lo que podemos llegar a ser.

Dedique tiempo a la Palabra de Dios para descubrir quién es Él y cómo actúa.

Si siente que el pecado está obstaculizando sus oraciones, recuerde que Dios es misericordioso y perdonador.

Dios bendice a quienes lo buscan con sinceridad y honestidad en oración.

Si usted confía en Dios, no hay límites para lo que Él puede hacer en su vida.

Debemos edificar a nuestros hermanos en la fe y animarlos a ser más como Cristo.

Los creyentes debemos vivir en comunidad, dando y recibiendo de quienes nos rodean.

El favor de Dios se ve en nuestra salvación, una bendición no merecida y no ganada.

Confiarle a Dios nuestro dolor y amargura le abre las puertas a la sanidad de nuestro corazón.

Las pruebas son una oportunidad para experimentar la fidelidad y el poder de nuestro Padre celestial.

Aunque no podemos entender la mente de Dios, sí podemos acercarnos a Él para experimentar su amor perfecto.

A nadie le gusta sufrir, pero nos hace bien recordar que Dios solo permite lo que quiere usar para nuestro provecho.

Todo lo que necesitamos se encuentra en Cristo, quien derrama misericordia y compasión sin restricciones.

Jesucristo es nuestra ancla para todas las tormentas de la vida, y siempre lo será.

Dios nos habla de manera personal a sus hijos por medio de la Biblia.

Cristo nos dio el mejor ejemplo de perdón al decir: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc 23.34).

El Espíritu Santo quiere quitarle la ansiedad paralizante para darle la libertad de Cristo.

Jesucristo sufrió y murió para que todos los que creen en Él puedan vivir para siempre como parte de la familia de Dios.

No tenga miedo. Dios todopoderoso está con usted y promete ayudarle.

Nacimos en tinieblas, pero Dios nos invita a todos a su luz gloriosa.

¿Sigue usted practicando los fundamentos de la fe?

Al luchar con la tentación, lo más sabio que podemos hacer es pedirle ayuda al Señor.

El único requisito para servir al Señor es tener un corazón dispuesto a hacer su voluntad.

Ser paciente significa aceptar lo que Dios decida dar (o no dar) y recibirlo con agrado en el tiempo que Él disponga.

Acepte y agradezca la corrección divina; su vida será mejor gracias a ella.

Espere en el Señor, Él está trabajando para el bien de sus hijos.

Cristo murió por nuestros pecados para que podamos vivir para siempre con Él en el cielo.

Cuando seguimos a Cristo y somos bautizados, proclamamos públicamente nuestra lealtad a Él.

Nuestro buen Dios nos da las respuestas que necesitamos, no necesariamente las que queremos.

Gracias a la bondad y misericordia de Dios, a veces responde preguntas que no hicimos, y nos recuerda quién es Él.

En tiempos de sufrimiento, acérquese a Dios en busca de consuelo y de las respuestas que necesita.

El Creador del universo siempre nos acompaña, así que no debemos temer lo que nos depare la vida.

Seremos bendecidos si escuchamos cuando Dios nos ordena esperar.

Dios desea que los creyentes vivamos en paz, pero Él sabe que no podemos lograrlo sin su ayuda.

El favor inmerecido es el regalo que Dios nos da: somos amados por completo y aceptados para siempre.

El amor eterno y la seguridad pertenecen a todos quienes creen en que Cristo murió y resucitó.

Si usted quiere liderar bien, siga el ejemplo de Cristo.

Porque Dios es perfecto en amor y sabiduría, podemos confiar plenamente en que los límites que Él pone son para nuestro bien.

El perdón de Dios es completo, permanente y disponible en todo momento.

El Señor anhela mostrarnos su voluntad: ¿quiere saber cuál es?

No importa lo que esté sucediendo a nuestro alrededor, podemos regocijarnos en la presencia de nuestro Padre celestial.

El amor nos motiva a acercarnos a los demás, incluso cuando haya obstáculos.

Cuando anteponemos el bienestar de los demás al nuestro, estamos amando como Cristo.

La verdadera unidad se produce cuando buscamos el bien de los demás, incluso cuando no estemos de acuerdo con ellos.

¿Está usted experimentando una conexión profunda con otros creyentes y participando en la obra de Dios en el mundo?

Gracias al amor inquebrantable de Dios, estamos plenamente equipados para preocuparnos por los demás.

Podemos vivir y amar como Cristo gracias a todo lo que Él ha hecho por nosotros.

¿Elegirá usted limitarse a lo que puede hacer, o confiará en Dios y se maravillará de lo que Él puede realizar?

Dios siempre proveerá todo lo que necesitemos para cumplir su voluntad.

Cuando los creyentes practicamos el amor fraternal con sinceridad, las personas se sienten atraídas a Cristo.

Una relación cercana y personal con Dios nos da las fuerzas necesarias para soportar cualquier cosa que nos depare la vida.

Buscar activamente a Dios en los períodos de espera produce el mejor regalo de todos: conocerlo mejor.

Dios siempre está trabajando para nuestro bien, incluso cuando las respuestas que deseamos se demoran.

Nuestro enfoque determina la trayectoria de nuestra mente y nuestro corazón. Por lo tanto, dirijamos la atención hacia el Señor Jesús.

Tomarse el tiempo para meditar en la Palabra de Dios transforma lentamente nuestra manera de pensar, actuar y responder a quienes nos rodean.

¿Está usted eligiendo ver y satisfacer las necesidades de quienes Dios le ha dado para que les sirva?

Para impactar la vida de otros con el amor de Dios, se requieren tiempo y energía.

No deje que el ajetreo de la vida diaria le robe el gozo y la plenitud que proviene de pasar tiempo con Dios.

Todos nuestros pecados, pasados, presentes y futuros son perdonados cuando aceptamos el regalo que el Señor Jesucristo nos dio al morir en la cruz y resucitar.

Gracias a que Cristo murió, tenemos vida abundante, amor incondicional y una relación con nuestro Padre celestial.

Las bendiciones de Dios se disfrutan mejor cuando le servimos.

¿Está usted dispuesto a seguir a Dios adondequiera que le guíe?

Las personas sabias hacen una pausa para escuchar los consejos de los demás; los insensatos ignoran las advertencias de peligro.

Cuando sienta ira, haga una pausa en oración para clamar por la sabiduría de Dios.

Dios comprende las complejidades del corazón humano y es fiel en todos los momentos de confusión que enfrentamos.

Aquel que creó los Cielos y la Tierra quiere estar donde estamos nosotros para que podamos conocerlo mejor.

Un corazón humilde y confiado nos permite aceptar la voluntad de Dios en vez de resistirnos a ella.

Desprenderse de lo conocido puede ser difícil, pero donde Dios guía, la bendición sigue.

Nuestro Dios es un poderoso Redentor que transforma nuestros fracasos en testimonios de su gracia.

Al cambiar nuestra voluntad por la de Dios, descubrimos lo que es verdaderamente bueno y satisfactorio en la vida.

Aunque obedecer a Dios puede implicar cambios o, a veces, incluso pérdidas, podemos confiar en que Él nos dará una justa recompensa.

Las distracciones solo ofrecen un alivio temporal del dolor; en cambio, nuestro Padre celestial promete sanidad plena.

Es imposible que Dios nos olvide: somos sus hijos y estamos inscritos en sus manos.

La seguridad y el amor que necesitamos siempre pueden encontrarse en la presencia de nuestro Padre celestial.

Pídale a Dios que le muestre cómo ministrar a las personas que ha traído a tu vida.

Los que lloran están a nuestro alrededor; ofrezcámosles la compasión de nuestro Salvador.

Dios nos llama a acoger e influenciar positivamente a quienes sean nuevos o desconocidos en nuestras comunidades.

En nuestros momentos de incertidumbre, Dios sabe lo que nos confortará, así que podemos confiar en Él.

Dios considera que la justicia y la compasión son importantes para quienes necesitan ayuda, y nosotros también deberíamos hacerlo.

Nuestras palabras al Señor son importantes porque Él escucha y responde con sabiduría, amor y poder.

Hablar con nuestro Padre celestial es lo que nos ayuda a entender su corazón y a participar en su obra en la Tierra.

A medida que buscamos la voluntad de Dios, Él nos proporcionará la sabiduría y fuerzas necesarias para enfrentarnos a cualquier oposición.

Siempre hay esperanza cuando buscamos al Señor para dar el próximo paso.

Derramar nuestras lágrimas delante de Dios requiere fe en que Él es poderoso y desea restaurar nuestra vida.

Si usted desea ser un reflejo de la luz de Dios en el mundo, ponga su vida al servicio de los demás.

En tiempos difíciles, tome un momento para maravillarse ante la evidencia del amor y el cuidado de Dios a su alrededor.

Haga de agradar a Dios una prioridad, y luego prepárese para maravillarse de lo que haga en su vida.

Los hábitos de fe nos preparan para las inevitables batallas que se avecinan.

Si quiere ver con claridad, pídale a Dios que le ayude a ver desde su perspectiva.

A veces, lo único que necesitamos en los momentos caóticos de la vida es un poco de tiempo para escuchar a nuestro Padre.

Toda en la naturaleza declara la majestad del Todopoderoso.

Permanecer con nuestro Señor nos da bendiciones que el dinero no puede comprar.

Para Dios, el corazón de quien da importa más que el regalo.

El Espíritu Santo nos transformará desde adentro.

La madurez se alcanza al decidir todos los días seguir a Cristo.

Demos a los demás, y a nosotros mismos, tiempo para aprender y crecer.

¿Está usted listo para escuchar a Dios?

Así como Dios nunca está demasiado ocupado para nosotros, debemos darles a los demás el regalo de nuestro tiempo.

Para reflejar cada vez más la gloria de Dios en el mundo, pida su sabiduría y su poder.

Sabemos que nuestras peticiones se alinean con la voluntad de Dios cuando provienen directamente de las Sagradas Escrituras.

Hay innumerables razones, e innumerables maneras de alabar a Dios y contarles a otros acerca de Él.

Nos parecemos más a nuestro Salvador al morir a nuestro ego y servir a los demás.

Que podamos confiar en Dios lo suficiente como para dejar nuestra voluntad en sus manos amorosas y capaces.

¿Está usted buscando y compartiendo la sabiduría del Señor?

Una relación con el Señor significa que tenemos la oportunidad de sentir gozo cuando ayudamos a otros.

Dios proveerá todo lo que usted necesite para vivir en paz en medio del caos de la vida.

Nunca es fácil escuchar la corrección, pero somos bendecidos cuando escuchamos y respondemos con humildad.

Dios nos da la capacidad de experimentar su bondad aquí en este mundo, sin importar lo que esté sucediendo a nuestro alrededor.

Como creyentes, tenemos el privilegio de ser parte de la obra unificadora de Dios en la Tierra.

Los sabios se toman el tiempo para verificar la información antes de elegir un plan de acción.

La fidelidad de Dios al cuidarnos lo cambia todo.

Elija ver el dolor en su vida desde la perspectiva de Dios.

En los altibajos de la vida, Dios está con nosotros y promete obrar todo para nuestro bien y su gloria.

Quienes se alejan de Dios siempre lo encontrarán listo para perdonar.

Si confiamos en Dios y buscamos honrarlo a la hora de tomar decisiones, tendremos la oportunidad de verlo obrar de manera poderosa.

Cuando usted se siente inadecuado para la tarea que tiene por delante, ¿a dónde acude?

Deténgase por un momento para alabar al Señor por su fidelidad y su misericordia infinita.

Caminar con otros creyentes nos fortalece, ánima y ayuda a crecer.

La soledad nos brinda el espacio para escuchar la voz amorosa de nuestro Salvador.

Por la gracia de Dios, somos una nueva creación, hechos para buenas obras.

Dios no guarda rencor. Si usted ha confesado sus faltas, Él está listo para guiarle a una vida abundante.

Si recordamos el amor y el poder de nuestro Salvador, ningún temor puede paralizarnos.

Dios ofrece gracia, no condenación, a todos quienes reconocen sus pecados y se arrepienten.

Antes de ir a la cruz, nuestro Salvador oró por los discípulos y por nosotros, también.

Llevar a otros s Cristo comienza por preocuparnos por ellos de la misma manera que Él lo hace.

Amamos como Jesucristo cuando nos servimos unos a otros.

Confíe en que el Señor le dará lo mejor de Él en el momento adecuado.

El desánimo nos invade cuando tratamos de llevar nuestra carga solos; sin embargo, la ayuda que necesitamos está a solo una oración de distancia.

Dios le invita a llevar sus cargas a Él cada día.

¿De qué manera está usted ayudando a otros a conocer al Señor que tanto ama?

Tómese un tiempo para recordar historias de la fidelidad de Dios y compártalas con las personas que son parte de su vida.

Con el poder del Señor, es posible pasar por alto las ofensas y así responder con amabilidad y perdón.

Si anhela una relación más profunda y satisfactoria con el Señor, busque poner en práctica lo que dice la Palabra.

El Salvador que murió por usted permanecerá a su lado.

Acérquese a Dios para descubrir el gozo auténtico.

La fe es el camino hacia una vida abundante en el Señor.

Si no le gusta el comienzo de la historia de su vida, pídale al Señor que le dé un final mejor.

Servir a Dios puede no siempre parecerse a lo que esperamos, pero podemos descansar en su amor y fidelidad.

Podemos depender del Señor absolutamente y para siempre.

Nuestro amoroso Padre celestial pone su sabiduría a nuestra disposición cada día; solo tenemos que pedirla.

El esperar que nuestro Salvador actúe nos ayuda a recordar que su corazón es miscericordioso para con nosotros.

Decida ver las interrupciones como oportunidades para amar como el Señor Jesucristo.

Pídale al Señor que le ayude a ver a quienes necesitan que usted dé la bienvenida hoy.

Cuando hacemos del dar una prioridad, la gracia de Dios se desborda en nuestra vida.

Dios ve y se preocupa por nuestro dolor, así que sigamos clamando y esperando su fiel socorro.

Gracias a la cruz, tenemos la esperanza segura de un mañana mejor.

Cada día puede ser un nuevo comienzo con Cristo; su misericordia está siempre disponible.

En la Palabra de Dios, podemos aprender mucho acerca de cómo interceder por nuestros seres queridos.

Aunque no sean agradables, las pruebas nos dan la oportunidad de conectarnos íntimamente con Dios.

Cuando conocemos al Señor y confiamos en Él, no tenemos que temer el cambio y la incertidumbre.

Dios ofrece misericordia de manera voluntaria y generosa, no de mala gana; y nosotros deberíamos hacer lo mismo.

Nuestra manera de dar debe reflejar la generosidad y la gracia de nuestro Señor.

La mejor forma de corregir es con amabilidad, paciencia y preocupación por el bienestar de la otra persona.

Si quiere servir a los demás, pero no sabe cómo, preste atención a los sutiles impulsos del Espíritu Santo.

Pida a Dios que le ayude a hacer que sus días cuenten para la eternidad.

¿Hay alguien a quien usted pueda servir y alentar hoy?

Dios nunca desperdicia nada: a menudo nos llama a utilizar nuestro dolor para ministrar a los demás.

¿Cree usted que toda la Biblia es verdadera?

Nuestro Creador preservó su mensaje por escrito porque quiere que usted sea parte de su familia eterna.

Si usted está en un período de espera, no se desanime, el Señor siempre cumple.

La gracia y la bondad de Dios para con nosotros deberían fluir de manera natural hacia los demás.

El Señor Jesús pagó el precio más alto para que podamos tener paz con Dios.

Nuestro Creador nos hizo amorosamente a cada uno de nosotros una obra maestra para revelar su amor.

Dios es fiel para liberar a quienes confían en su ayuda.

El Señor Jesús vino a darnos vida abundante; pídale que le ayude a experimentarla.

¿Está usted inquieto y anhela algo que no puede identificar? Pase tiempo con Dios.

Es posible que no siempre entendamos lo que Dios permite, pero siempre podemos confiar en quién Él es.

Cuando Dios cierra una puerta, siempre abre otra mejor.

Quienes buscan activamente a Dios nunca quedan decepcionados.

Nuestro Padre quiere que seamos conscientes de que podemos pedir lo que necesitemos, y confiar en que Él cuidará de nosotros.

Cuando tenga miedo, entréguele a Dios sus temores y confíe en que Él le dará las fuerzas y la paz que necesita.

¿Confiará a Dios todo lo que agobia su corazón el día de hoy?

Dios ofrece dirección sabia para relacionarnos con otros: ser benignos, compasivos y perdonadores.

Somos preciosos a los ojos de nuestro Padre celestial.

Los conflictos en las relaciones son naturales, pero pueden mejorar cuando seguimos la dirección del Señor.

Para una conexión auténtica, la calidad importa más que la cantidad.

La Santa Cena nos recuerda que algún día nos reuniremos con otros creyentes alrededor de la mesa de Cristo.

Ser agradecidos nos protege de la trampa del descontento y del esfuerzo incesante.

Reunirse para celebrar la bondad de Dios le honra y nos bendice a nosotros.

Dios guía pacientemente de vuelta a su voluntad a los creyentes que se desvían.

Usted ha sido diseñado perfectamente para llevar a cabo la obra que Dios tiene en mente para usted.

No tenemos que esforzarnos por obtener el favor de Dios; solo necesitamos recibirlo y creer.

El deseo de Dios de perdonar y restaurar es siempre mayor que nuestra tendencia a fallar.

Podemos mostrar a los demás el corazón de Dios preocupándonos por ellos como Él lo hace.

Cuando el dolor parezca insoportable, pídale a Dios que le enseñe a confiar en su poder.

Qué debemos hacer cuando nos sentimos solos?

El amor perfecto de Dios nos obliga a amar con valentía a los demás.

Nuestro amoroso, fiel y poderoso Dios, nunca nos abandonará, y por eso no necesitamos sucumbir al miedo.

Nuestras relaciones interpersonales funcionan bien cuando nos convertimos en canales de la misericordia y la gracia de Dios.

Cada vida es preciosa a los ojos de Dios, y también debería serla a los nuestros.

Los seguidores de Cristo encuentran propósito y gozo cando cambian su mentalidad terrenal por una eterna.

Gracias a que Dios promete un futuro glorioso, los cristianos podemos encontrar las fuerzas para esperar, incluso cuando sea difícil.

Lo mejor de la vida se encuentra cuando confiamos por completo en Dios y vivimos rendidos a su voluntad.

¿Es cada vez más evidente en usted el carácter de Dios?

A veces, nuestros fracasos dan testimonio de la fidelidad inagotable de Dios.

Dios es capaz de hacer mucho más en nuestra vida de lo que podemos imaginar.

Nuestra fe en Dios crece cuando decidimos obedecerlo incluso cuando sea difícil.

Miremos más allá de las dificultades de hoy y confiemos en el Señor, quien está obrando para nuestro bien.

Dios da la bienvenida y promete ayudar a quienes le traen su dolor.

Aun cuando nuestra situación sea sombría, podemos confiar en Dios.

Cuando anhelamos cumplir el llamado de Dios, Él nos ayuda a superar cada obstáculo y nos capacitará para tener éxito.

Podemos comprender el amor de Dios porque Cristo vino a revelárnoslo.

El Señor Jesucristo hizo posible que entendiéramos cuán preciosos somos para nuestro Padre celestial.

Si nos volvemos más como Cristo y actuamos como Él lo haría, podremos transformar nuestro mundo.

Cuando nuestras luchas parezcan abrumadoras, podemos invocar a Dios, quien promete darnos las fuerzas para soportar.

La luz de Cristo proporciona esperanza, amor y poder para superar cualquier oscuridad.

Comencemos el nuevo año pidiendo a Dios lo mejor para quienes nos rodean.

Cada paso dado con confianza en Dios tiene el potencial de impactar su reino.

La fe nos permite dejar el miedo y confiar en Dios ante lo imposible.

Por la infinita gracia de Dios, nunca es demasiado tarde para tener vida nueva en Cristo.

El Dios todopoderoso, que nos protege, provee, reanima y renueva, es digno de nuestra confianza.

Podemos estar seguros del amor y la compasión inagotables del Señor por nosotros.

Dios bendice a quienes perseveran, al esforzarse por cumplir su voluntad.

Jesucristo vive en cada creyente por medio de su poderoso Espíritu.

Dios, que siempre ha estado y siempre estará, promete estar con nosotros, siempre.

¿Está usted orando para que llegue el día en que nuestros conflictos terminen y todos estemos unidos bajo el Rey de Paz?

El poder de Dios nos libera del pecado y nos capacita para seguirlo.

El Señor Jesús es la llave que nos abre las puertas a la libertad y a la vida eterna.

Nuestro Salvador vino para iluminar nuestras vidas y permitirnos brillar para Él en un mundo en tinieblas.

Cristo vino a traer vida genuina a la humanidad.

Que nunca perdamos nuestro sentimiento de asombro ante el hecho de que Dios elije estar con nosotros.

¡Cuán bendecidos somos de tener a Dios como nuestro Padre y amigo!

Las pruebas son una oportunidad para ver a Dios obrar a nuestro favor de maneras que no podemos imaginar.

Los problemas son parte de la vida, pero Dios siempre nos da lo necesario para superarlos.

La vida es un regalo: pídale a Dios que le ayude a dedicarle su tiempo a lo que realmente importa.

Gracias a Jesucristo, no hay nada que temer ni ahora ni en el futuro.

Compartir el evangelio no tiene que ser complicado.

¿Cree usted que todo es posible para Dios?

Cuando Dios nos pide que esperemos, podemos estar seguros de que lo hace para bendecirnos.

¿Está usted listo para el regreso de Cristo?

Podemos mirar el futuro con esperanza, pues Cristo vencerá a cada uno de nuestros enemigos.

¿Por qué creó Dios a estos seres celestiales?

El bebé nacido en un pesebre volverá con toda su gloria como el Rey de reyes.

Comprender el plan de Dios para el futuro nos ayuda a tomar mejores decisiones.

¿Sus palabras fortalecen a quienes le rodean o ponen cargas sobre ellos?

¿Ha sido usted tan transformado por el amor del Señor Cristo que está dispuesto a seguirlo a cualquier parte?

El poder milagroso del amor de Dios fluye a través de nosotros cuando perdonamos a otros como acto de obediencia a Él.

¿Está orando para que se haga la voluntad de Dios en la Tierra?

Asegúrese de pedirle a Dios lo que es más importante en su vida y en las vidas de sus seres queridos.

Seguir el curso establecido por el Espíritu Santo trae grandes recompensas.

Dios proveerá todo lo que necesite para superar los desafíos que enfrente: ¡confíe en Él y sea valiente!

Si se siente abrumado hoy, pase algún tiempo con su Padre celestial para encontrar serenidad.

Todo legado comienza y continúa por medio de los fieles: ¿conocerán otros de Cristo gracias a usted?

Puede que no lleguemos a ver el fruto de nuestra fidelidad hasta que lleguemos al cielo.

Alabado sea Dios hoy por aquellos que han demostrado que podemos depender del Señor Jesucristo.

Cada vez que morimos a nosotros mismos y vivimos para Cristo, experimentamos de nuevo el regalo de la resurrección.

¿Está usted alentando a otros en su andar con Cristo?

Cuanto más seguimos al Señor Jesucristo, más descubrimos que Él es todo lo que realmente necesitamos.

Haga un hábito el buscar a Dios cada día.

Lleve su dolor al Señor, usted puede confiar en Él.

Cuando vemos como un tesoro precioso el discernimiento que proviene de Dios, Él nos revela todo lo que necesitamos saber.

El discernimiento no es una cualidad innata: debemos ser entrenados por el Espíritu Santo para distinguir entre el bien y el mal.

No cambie lo mejor de Dios por cosas de menos valor.

Jesucristo es nuestro modelo a seguir: cuando nos sacrificamos al servir a los demás, amamos como Él lo hizo.

¿Le resulta difícil demostrarles amor a los demás?

A menudo, la luz de Dios brilla más por medio de nosotros en nuestros momentos más oscuros.

Nuestros esfuerzos a veces pueden parecer fracasos, pero eso no significa que Dios haya dejado de obrar por medio de nosotros para lograr sus propósitos.

Nuestras acciones hablan realmente más alto que nuestras palabras.

Los mejores regalos son eternos e impactan a generaciones.

Nuestro Padre celestial siempre está obrando para nuestro bien.

Recordemos las maneras en que Dios ha cumplido sus promesas en nuestra vida.

¿Está usted listo para que su fe crezca?

Dios está más allá de nuestra comprensión, y no desearíamos que fuera de otra manera.

Nada, ni siquiera las decisiones que tomemos, podrán impedir que Dios nos ame.

Cada regalo, no importa el tamaño, es precioso para Dios si viene del corazón.

¿Está usted atravesando una noche espiritual muy oscura? Resista, se acerca una hermosa mañana.

Cada día tiene algo bueno y algo malo —nosotros elegimos donde estará nuestro enfoque.

Somos sabios si nos tomamos el tiempo para orar y considerar las consecuencias.

Para poder ver nuestra mejor opción, a veces necesitamos esperar.

Cuando realmente nos ponemos de acuerdo con Dios en cuanto a nuestros pecados, Él nos libera para disfrutar de una vida en abundancia.

En su tiempo, Dios nos revelará todo lo que necesitamos saber.

Todos los cristianos hemos recibido el llamado a decirles a los demás que el Mesías ha venido.

Siga hablando con el Señor: Él siempre le da la bienvenida, así como está.

No importa lo que veamos con nuestros ojos, podemos confiar en el Señor Jesús: Él siempre cumple sus promesas.

Los roles más pequeños en el reino de Dios no implican un gozo más pequeño.

¿Ha decidido usted seguir a Jesucristo cuando y donde Él le guíe?

Nuestra tarea es creer y obedecer; Dios es responsable de los resultados en nuestra vida.

Confiar a Dios nuestro dolor no solo nos conduce a experimentar gozo y paz, sino que también impide que nuestra ira se contagie a los demás.

Aferrarnos a nuestra ira es contrario la voluntad de Dios; pues nos destruye a nosotros y envenena a los demás.

¿Está usted invirtiendo con otros creyentes de su tiempo, conocimiento y experiencia?

Entregue todo al Señor para descubrir las bendiciones que Él anhela derramar en su vida.

¿Está usted buscando algo importante? Para encontrar abundancia, busque primero a Dios.

Para recibir de Dios lo que usted realmente necesita, comience por dedicar tiempo para conocerlo.

Dios hace que todo sea para nuestro bien, incluso cuando parecemos no tener esperanza.

Nuestros errores nunca son el final de la historia si seguimos acudiendo a Dios con nuestra frustración.

Pídale a Dios que le ayude a escucharlo y a entender su voluntad en cada circunstancia.

Podemos confiar en que nuestro Padre celestial nos dará la respuesta correcta en el momento adecuado.

¿Qué significa pedir en nombre del Señor Jesús?

Aunque somos libres de buscar satisfacción en cualquier lugar que elijamos, la plenitud del gozo solo se encuentra en la presencia de Dios.

Dios no deja a nadie fuera: da a todos la oportunidad de llegar a ser parte de su familia.

Los creyentes tenemos acceso al Padre perfecto que ofrece amor y compasión sin límites.

No se estrese cuando tenga preguntas acerca de Dios: llévelas a Él.

Dios está con usted en todo momento; puede hablar con Él y descansar en su presencia siempre.

Cuando Dios le pida que haga lo imposible, confíe en Él y recuerde que está con usted en cada paso del camino.

A pesar de nuestras faltas y fracasos, Dios nos ama y obra por medio de todo corazón dispuesto.

La fe en Dios cambia nuestro corazón y repercute en cada decisión y relación de nuestras vidas.

¿Se siente usted lejos de Dios? Tal vez sea el momento de volver a lo fundamental.

Ninguno de nosotros puede atribuirse el mérito de nuestra salvación: el Señor lo hizo todo.

Nuestro Padre celestial se preocupa por todos los aspectos de nuestra vida.

No tenemos que vivir en pobreza espiritual; Dios nos promete sus riquezas, cada día.

En vez de sentirnos sin esperanzas y desanimados por las pruebas, podemos elegir caminar con Dios en paz y alegría.

El sufrimiento se vuelve más fácil de soportar cuando consideramos las bendiciones que Dios nos proporciona por medio de este.

Dar permiso a otros para que hablen a nuestra vida nos ayuda a evitar errores.

Dios dispuso que nos necesitáramos unos a otros; realmente somos mejores juntos.

Recordar la naturaleza de Dios fortalece nuestra confianza cuando nos acercamos a Él con nuestras peticiones.

El tiempo de Dios es perfecto: Él no se apresura, pero nunca llega tarde.

¡La cosecha se acerca! Así que cuando esté cansado, pídale a Dios fuerzas para seguir adelante.

Confiar en que Dios proveerá todo lo que necesitamos nos permite vivir y buscar su voluntad en paz.

Mientras esperamos el cumplimiento de las promesas de Dios, podemos regocijarnos en su presencia hoy.

Cuando la vida parezca imposible, decida seguir adelante, trabajar duro y confiar en Dios para obtener un buen resultado.

Si no sabe qué hacer, sea fiel donde esté.

Nuestro Salvador quiere que todos experimenten su gracia, su misericordia y su amor eterno.

La Palabra de Dios es el cimiento que necesitamos para resistir las tormentas de la vida.

No tenemos que temer en tiempos difíciles, porque nuestro Padre bondadoso y fuerte siempre está con nosotros.

Cuando usted se acerque a Dios, recuerde que Él le recibe con amor, compasión y ternura.

Un concepto preciso de Dios es crucial para escucharlo correctamente.

La entrega hace posible que el fruto de Dios florezca en nuestra vida.

Podemos confiar por completo en el Señor porque Él es totalmente digno de confianza.

¿Todavía le falta paz acerca de tu relación con Dios? Hoy puede ser el día en que se sienta seguro.

Experimentar el amor de Dios nos permite extender su gracia y su misericordia a los demás.

¿Qué le impide disfrutar del gozo y la paz que provienen de una relación estrecha con Dios?

Cuando estamos firmemente arraigados en la verdad de Dios, podemos resistir las tormentas de la vida.

Hacer de la honestidad un hábito nos permite experimentar el gozo y la libertad que nuestro Salvador desea para nosotros.

Nos perdemos lo mejor de Dios cuando elegimos comprometer nuestra integridad.

Solo hay un fundamento firme e inquebrantable para la vida: el Señor Jesucristo.

Decidir salir en defensa del Señor es una victoria, sin importar el resultado de la batalla.

Dios ha estado transformando vidas a lo largo de la historia y hará lo mismo hoy para cualquiera que confíe en Él.

Nuestro Padre celestial quiere que nos sintamos seguros de nuestra relación con Él.

¿Qué le impide confiar en Dios por completo?

Cada necesidad es una oportunidad para que confiemos en Dios y veamos su fiel provisión.

El Señor siempre obra para nuestro bien, pero no siempre de una manera que comprendamos.

Cuando Dios le dé una oportunidad, no tema hablar de su mensaje a los demás.

Pídale a su Padre celestial que le ayude a comprender, tanto con la mente como con el corazón, la profundidad de su amor por usted.

La Palabra de Dios nos ayuda a ver con claridad dónde estamos y adónde debemos ir.

Actuar con humildad ante la corrección de la Palabra de Dios nos encamina hacia la bendición.

Jesucristo sembró su amor en nuestros corazones y quiere que lo compartamos con los demás.

¿Qué tal está su consumo de la Palabra de Dios?

No importa cuáles sean nuestras luchas, podemos tener esperanza y superar el miedo porque Jesucristo prometió estar con nosotros siempre.

Entender de verdad que Jesucristo es el Rey de reyes y Señor de señores lo cambia todo.

Los obstáculos llegarán; podemos elegir concentrarnos en ellos o confiar en la dirección del Señor.

Ore para que Dios elimine cualquier cosa de su corazón que le mantenga atrapado en las tinieblas.

¿Se ha convertido el dolor de su pasado en una prisión de su presente?

No deje que el ajetreo de la vida le distraiga de su importante labor de intercesión.

Orar por los seres queridos según la Biblia garantiza que nuestras peticiones reflejen el corazón de Dios.

¿Se siente incómodo cuando alguien le hace un cumplido?

Quienes nos rodean pueden hacernos mejores y ayudarnos a no sufrir, pero solo si estamos dispuestos a considerar sus puntos de vista.

La gracia de Dios está disponible para todos los que la buscan: nadie ha pecado más de lo que Dios nos puede amar, perdonar y sanar.

No se pierda la alegría de servir de todo corazón a Dios y a los demás.

Todos somos únicos y tenemos dones dados por Dios para ayudar a los demás. ¿Ha descubierto usted el suyo?

Lo que realmente necesitamos en la vida, incluyendo a Dios mismo, se puede encontrar en las páginas de la Biblia.

La Palabra de Dios tiene la verdad infalible que necesitamos para tomar decisiones, afrontar angustias y superar miedos.

El corazón de Dios debe ser cada vez más evidente para quienes estamos siendo transformados por el Espíritu Santo.

Los creyentes saludables maduran en la fe.

Nuestras decisiones diarias pueden avivar nuestra pasión por Dios, pero también acabarla.

¿A qué le teme? Dios nos invita a presentarle nuestros miedos, y recibir su gracias y paz.

En circunstancias conflictivas, el Espíritu Santo puede guiarnos a reaccionar de tal manera que honremos a Dios.

Cuando optamos por amar y orar por quienes no lo merecen, somos transformados.

Cuando nos sometemos a Dios, su abundante bondad se derrama en nuestra vida.

Aunque sea difícil, estamos llamados a seguir el ejemplo de Cristo y entregarnos por completo a Dios.

La manera en que resolvamos los conflictos puede influir poderosamente en quienes nos rodean.

Pase lo que pase en nuestro mundo, podemos vivir con paz y esperanza porque nuestro Dios siempre tiene el control.

Vivir la Palabra que hemos aprendido es la única manera en que nosotros —y nuestro mundo— podemos cambiar.

Nuestro misericordioso Salvador ofrece refugio espiritual, físico y emocional a quienes sufren.

Podemos contar con el amor eterno de Jesucristo; Él nunca nos abandonará y siempre nos ayudará.

¿Sigue con hambre de escuchar al Señor?

Dios recompensa a todos los que lo obedecen, aunque nuestras bendiciones pueden ser diferentes.

Ya estemos en la cima de la montaña o en el valle, el amor de Dios es el mismo.

Nadie podría hacer lo suficiente para ganarse la gracia que nuestro Salvador concede gratuitamente.

Dios es perfecto en conocimiento, sabiduría y poder. Puede confiar en Él con toda seguridad en cualquier circunstancia.

¿Le resulta difícil comprender la razón por la que Dios permite el sufrimiento y el dolor?

Las dificultades de esta vida son oportunidades para caminar cerca de nuestro Salvador y conocerlo mejor.

Nuestro amoroso Padre celestial nos invita a llevarle nuestras cargas y a aceptar la fortaleza que nos ofrece.

A medida que usted busque seguir a Dios, Él le ayudará a superar cada obstáculo que encuentre.

No permita que sus dudas e inseguridades le roben el gozo que proviene de obedecer el llamado de Dios.

Nuestro mayor impacto en este mundo es amar y servir a los demás, como lo hizo Jesucristo.

El camino al sacrificio conduce a una vida fructífera que refleja el amor de nuestro Salvador.

Jesucristo vino al mundo, vivió sin pecar, murió y resucitó para darnos acceso a Dios y un hogar con Él para siempre.

Conseguir lo que deseamos no siempre trae la felicidad que pensábamos.

Para evitar equivocarnos y comprender la verdad de las Sagradas Escrituras, debemos leer los versículos en su contexto.

Gracias a Cristo, nuestro quebranto está siendo reparado, y podemos esperar un futuro glorioso.

Lo que más necesita nuestro corazón solo llega por medio de Jesucristo.

¿Ha encontrado una congregación a la que pueda llamar hogar?

La gratitud es un hábito que trae paz y gozo a la vida, incluso en momentos difíciles.

En circunstancias difíciles, quienes invocan al Señor descubren que Él es todo lo que realmente necesitan.

Si Dios permite que la adversidad llegue a su vida, sepa que Él tiene un buen propósito para usted y que le acompañará en todo momento.

Dios nos libera para que podamos vivir para Él al amar a los demás.

En medio del temor, ponga su atención y su confianza en Cristo.

¿Se siente estancado e incapaz de tomar buenas decisiones? Acuda a Dios para encontrar la fuerza para superarlo.

Es gracias a la bondad de Dios que los creyentes recibimos sus preciosos dones, y no por nuestros méritos.

La mayor recompensa que podemos recibir por presentarle nuestras peticiones al Señor es tener una relación más cercana con nuestro Padre celestial.

Siempre se puede aprender algo nuevo de la bondad de nuestro Creador.

Es imposible comprender por completo la majestuosidad y el poder de nuestro Señor.

Jesucristo fue a la cruz y murió en nuestro lugar para que pudiéramos convertirnos en hijos de Dios.

Antes de poder compartir el amor de Dios, debemos identificar las necesidades de la gente que nos rodea.

Dios ha dado a cada creyente la capacidad de marcar la diferencia en el mundo.

No permita que el deseo de comodidad le haga perderse todo lo que Dios quiere hacer en el mundo por medio de usted.

Le ha entregado su mente por completo al Señor?

Si elegimos alinear nuestros pensamientos con la Palabra de Dios, avanzaremos hacia la vida abundante que nuestro Creador diseñó.

Quienes tienen un encuentro personal con Cristo cambian de manera absoluta y para siempre.

Nuestro Salvador nos ama a la perfección porque es totalmente Dios y totalmente hombre, poderoso y compasivo.

Solo Dios puede llenar permanentemente el vacío del corazón humano.

Conocer a Jesucristo de manera personal es lo más gratificante de la vida.

Los padres pueden encontrar en la Palabra de Dios la sabiduría que necesitan para guiar a sus familias.

¿Qué puede hacer usted para ayudar a su familia a acercarse a Dios?

Cuando Dios nos llama a dar un paso hacia lo desconocido, no debemos temer: Él está con nosotros.

¿Le oculta algo al Señor?

¿Se le ha olvidado lo asombroso que es nuestro gran Dios? Tómese un momento para recordarlo el día de hoy.

Nuestro Padre celestial siempre cumple sus promesas y nunca nos deja solos.

Gracias a que Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros, podemos confiar en Él de todo corazón.

¿Cómo le está guiando el Señor a compartir el amor de Dios con los demás?

Descubrimos lo mejor de Dios solo por experiencia propia.

Dios nos proporciona todo lo que necesitamos para transitar por la vida con paz y seguridad.

En medio de todos los cambios y fluctuaciones de la vida, Dios es una roca que nunca tambalea.

Dios nos librará de la sobrecarga de información si acudimos a Él en busca de la sabiduría que necesitamos.

Cuando se sienta inquieto, pase más tiempo con Dios en oración; puede que Él le esté conduciendo a algo nuevo.

Podemos llevar nuestras preocupaciones a Dios y descansar en la paz que Él nos da.

Nuestro Padre celestial no es el autor de la confusión, al contrario, Él nos dará las respuestas que buscamos.

La total obediencia solo es posible por medio del poder del Espíritu Santo.

Todos necesitamos el ánimo, la sabiduría y la fuerza que nos da el buscar juntos al Señor.

Dedicar tiempo a alabar al Rey de reyes cambiará la manera en que le presentamos nuestras peticiones.

Dios se deleita en los que lo aman y anhelan hacer su voluntad, incluso cuando se equivocan.

Los que honran a Dios dando con generosidad son bendecidos con su gozo.

Piense en todos los dones que disfrutará hoy gracias a la bondad de Dios.

Recuerde, siempre es más seguro arriesgarse dentro de la voluntad de Dios que aferrarse a lo seguro fuera de ella.

Cuando se sienta desanimado, lo único que necesita hacer es pasar más tiempo con su Padre celestial.

Las decisiones impulsivas y motivadas por las emociones pueden hacernos perder lo mejor que Dios tiene para nosotros.

Si queremos estar seguros de que escuchamos a Dios, debemos pasar tiempo en su Palabra cada día.

A veces Dios puede pedirnos que renunciemos a nuestros derechos para que alguien reciba su amor.

Dios ofrece su amor a todas las personas, sin importar cuál sea su pasado, y desea que nosotros hagamos lo mismo.

Tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran es indispensable para forjar relaciones sólidas.

Dar prioridad a las disciplinas espirituales es una manera de expresar gratitud y amor a nuestro Salvador.

Si pasamos tiempo hablando con el Señor todos los días, nuestra relación con Él se hará más fuerte.

El amor de Cristo se percibe mejor por medio de acciones que reflejan sus atributos.

A veces, cuando llegamos a nuestro destino, nos damos cuenta de que la mayor bendición fue el viaje.

El llamamiento de Dios a tener paciencia, aunque difícil, trae grandes recompensas.

El Señor ofrece oportunidades a cualquiera que quiera hacer su voluntad.

Aunque no siempre entendamos lo que Dios está haciendo a nuestro alrededor, podemos confiar en que está trabajando para cumplir sus buenos propósitos.

Dios instruye a sus hijos para que participen en su obra en la Tierra.

Hagamos de nuestras iglesias lugares acogedores que dirijan a los perdidos hacia Cristo.

Pídele a Dios que le ayude a ver oportunidades para bendecir a otros con las destrezas que le ha dado.

¿Tiene por costumbre ser generoso y servicial?

Dios puede hacer que cualquier pecador sea santo.

En la vida puede haber frustraciones, pero si tenemos en cuenta que el tiempo de Dios es perfecto, podemos pedirle que nos ayude a esperar con paciencia.

Los que conocen a Dios de manera personal saben que Él les da todo lo que necesitan.

¿Está usted reflejando el corazón de Dios al administrar lo que Él le ha confiado?

Dios nos revela verdades más profundas, cuando ponemos en práctica sus preceptos bíblicos.

Nuestro Dios misericordioso se complace en ayudarnos cuando se lo pedimos.

En el momento de la salvación, la persona se convierte en una nueva criatura, santa e irreprochable ante los ojos de Dios.

Jamás olvidemos que nuestro pasado ya no tiene ningún poder en nuestra vida.

Nuestra salvación es obra de Cristo, y también lo es nuestra santificación día a día.

La clave para ser liberados del pecado es llenar continuamente nuestras mentes con la Palabra de Dios.

Nuestra misión es unirnos a la visión de Cristo como un derramamiento de su amor, levantando, involucrando y apoyando a las personas que encontramos.

Podemos edificar nuestra vida sobre el fundamento seguro de la Palabra de Dios.

El Señor quiere que confiemos en Él incluso cuando haya situaciones que no entendamos.

Alabar a Dios por quién es y por todo lo que ha hecho nos da paz y alegría.

El Rey de Reyes y Señor de Señores nos ama y nos protege.

No tenemos por qué temer al fracaso cuando confiamos y obedecemos al Señor.

¿Usted solo habla con Dios, o también lo escucha?

La gracia y la misericordia de Dios son para todos los que creen.

El Señor nos ha apartado para reflejar su grandeza a los que todavía viven en tinieblas.

Por nosotros mismos, nunca podremos ser lo suficientemente buenos para un Dios perfecto; sin embargo, Él da gratuitamente su bondad a todos los que creen.

Nuestra justicia y unidad con Dios no tienen nada que ver con nuestros esfuerzos; fue una decisión llena de gracia y misericordia tomada por el Señor.

¿Sabía usted que el Señor le creó para que lo adorara?

¿Alguna vez se ha preguntado: “Señor, dónde estás”?

Dios cumple sus promesas y estará con usted siempre.

¿Quién en su vida sería especialmente bendecido por una bienvenida generosa o un acto de bondad?

¿Le resulta difícil pasar tiempo con el Señor?

No tenemos que ser perfectos para convertirnos en un hombre o una mujer con un corazón para Dios.

Confiar nuestras preocupaciones a Dios elimina el poder que tienen de generarnos ansiedad.

¿Confía usted en el control de Dios?

¿Cree usted en el Hijo de Dios?

Los seres humanos estamos diseñados por Dios para que nos gusten las historias.

Cada creyente ha sido rescatado y facultado para evangelizar.

Aunque el día de hoy sea duro, recuerde que el gozo está por llegar.

La sangre derramada por Cristo libera a todos los que creen en Él.

Las Sagradas Escrituras nos aseguran que Dios es más que suficiente para sostenernos.

La misericordia es una de las maneras en que Dios expresa su bondad.

¿Cómo debemos vivir a la luz de la libertad que nos ha sido dada?

¿Qué siente usted cuando escucha la palabra pecado?

¿En qué consiste la verdadera comunión para usted?

¿Se ha preguntado usted alguna vez cuál es uno de los aspectos más importantes de la vida cristiana?

Nuestro Padre promete que si realmente queremos conocerlo, lo conoceremos.

Cuando aprendemos a deleitarnos en el Señor, cambiamos para siempre y descubrimos un gozo indescriptible.

Cuando nos comprometemos a dedicar tiempo a la Palabra de Dios, nuestra fe se profundiza y nuestro amor crece.

No obedecemos a Dios para demostrar nuestro amor; sin embargo, cuando lo amamos, queremos obedecerlo cada vez más.

¿Qué hacer cuando se ha hecho todo lo posible?

Si queremos hacer discípulos de todas las naciones, primero tenemos que ser discípulos en nuestra propia comunidad.

Renuncie a sus expectativas y confíe en que el Padre celestial hará lo que sea mejor para su vida y la de sus seres queridos.

Esperar es difícil, pero podemos descansar sabiendo que el Señor actúa incluso en los detalles más pequeños de nuestra vida.

Confíe a Dios su dolor y no permita que el veneno de la amargura eche raíces.

Renuncie a los pensamientos de rencor y concentre su energía en buscar el bien para los demás.

Recurra a Dios para que le ayude a afrontar los conflictos con el amor, la bondad y la sabiduría de Cristo.

Obedezca al Espíritu Santo para cumplir el plan que Dios le ha confiado.

¿De qué manera piensa relacionarse hoy con Dios?

Es fácil racionalizar las decisiones para satisfacernos a nosotros mismos o a los demás; no obstante, una decisión sabia siempre es la voluntad de Dios.

Haga un hábito cotidiano el pasar tiempo con Dios en la Palabra, y así estará preparado para afrontar los inevitables retos de la vida.

Cuando surge algún problema, ¿se dirige primero a Dios?

Las interrupciones de la vida son oportunidades para confiar en el Señor y verlo en acción.

Dios no espera que afrontemos la vida solos; Él prepara y dirige a quienes ha llamado.

¿Estás experimentando la fortaleza, sabiduría y gozo que el Señor ha querido darle?

¿Qué tan importante es para usted hacer “vida en común” con otros creyentes?