Salvo que suceda una gran sorpresa, echamos el cierre a este curso de la NBA. Y esto nos pone tiernos, como Sacramento Kings con la incorporación de DeMar DeRozan. A los Spurs llega Harrison Barnes, que puede sonar bien para mejorar lo que tiene San Antonio, pero no es suficiente para que el proyecto deje de tankear y le permita competir de verdad a Wembanyama. Tenemos un gran verano por delante con los Juegos Olímpicos y un tiempo de reflexión para volver en septiembre con una nueva e ilusionante temporada.

Seguimos haciendo balance de la temporada. Los últimos traspasos y los cambios estructurales ya hacen mella en la NBA. El declive de los Nuggets cada vez pinta peor. Es imposible reforzarse mejor que Oklahoma. Se busca personal válido en las oficinas de los Lakers.

Empieza animada la agencia libre. Tampoco hay mucho que ofrecer, pero disfrutamos con poco. Paul George intentará reforzar a los Sixers de Embiid y Maxey. Con su salida, por si alguien tenía dudas, se confirma el ridículo de Los Angeles Clippers. Un campeón como KCP será muy bienvenido en Orlando. Dallas Mavericks no renueva a Derrick Jones Jr, pero se queda con Naji Marshall, que deja unos Pelicans renovados con Dejounte Murray y atentos a lo que puedan sacar por Brandon Ingram. Todavía queda mucha jarana, y más teniendo en cuenta que los Lakers van con ganas a por Klay Thompson.

Vamos ligeritos con el Draft y a cosas más importantes. Si Avdija vale dos primeras rondas y un jugador, qué vamos a pensar de todo lo demás. Otras cinco primeras rondas dan los Knicks por Mikal Bridges, que se suma a la renovación por OG Anunoby y forman un serio rival en el Este. En los Nets se queda un escenario complejo para Jordi Fernández. Ojalá confíen en él antes y después de la reconstrucción. Al final sí que analizamos un poco más el Draft: exitazo de los Lakers, plaga de 3&Ds, próximos fichajes del Gran Canaria y franceses sobrevalorados. Y ojo con Zach Edey, en la NBA o en la Euroliga.

Siempre es un gran día para hablar de condiciones laborales, materialismo dialéctico y la escuela de Frankfurt. Pero nos tenemos que centrar en el verano que tiene por delante la NBA: nuevo contrato televisivo, nuevos atracos en despachos y nueva clase del draft que aspira a ser de las más irrelevantes que se recuerden.

Nada ni nadie va a ser capaz de coartar nuestra libertad creativa. Tampoco unas Finales soporíferas sin nivel ni rivalidad que parece que hubieran acabado hace un mes. Desde los Warriors contra LeBron, no hemos visto un cierre de temporada con cierta narrativa. Veremos si estos Celtics consiguen revalidar el anillo, una tarea a la altura de muy pocos en la historia. Denver Nuggets debería aparecer como su máximo rival en el Oeste para no caer en el olvido. Pero ya estamos viendo los primeros refuerzos en banquillos y plantillas que aspiran a meterse en la pelea. Detroit no va a ser, aunque se quiten del medio a Monty Williams. En los Lakers confirman a JJ Redick, y menos mal porque vaya dramita se han montado los Hurley. Todavía seguimos esperando para saber cuántas rondas de draft manda Oklahoma a Chicago en el traspaso de Alex Caruso.

Boston Celtics pone fin a la angustia de Dallas Mavericks por la vía rápida. Consiguen el 4-1 en casa y acaban con la larga travesía hasta el decimoctavo anillo. Colofón perfecto para Los Jays: partido brillante de Tatum y MVP de las Finales para Brown. Triste cierre para Luka Doncic y Kyrie Irving, que ahora deben centrarse en pulir el proyecto para volver a opositar como candidatos a todo.

Si había alguna opción para alargar estas Finales, tenía que ser en el tercer partido. Dallas y Doncic firmaban el inicio soñado, pero Boston y Tatum mantenían el tipo aun estando sin Porzingis. Esta vez sí apareció el Kyrie Irving de las grandes noches, pero Luka no mantuvo la compostura cuando el partido se ponía cuesta arriba. Entre su actitud, la poca aportación del resto de compañeros y el nivel que ha vuelto a demostrar Jaylen Brown en la segunda parte, los Celtics amarraban un Game 3 que históricamente se le ha complicado, pero que en esta ocasión supieron cerrar a tiempo. Pero el protagonismo de este encuentro se ha repartido con el fallecimiento del emblema absoluto que ha tenido la NBA. Jerry West da forma al logo de la competición, a la historia de Los Angeles Lakers (y más franquicias) y al baloncesto en todos sus niveles. Este deporte y esta liga pierden a un mentor, a un sabio y a un personaje indudablemente diferencial. 

Las Finales siguen su rumbo lógico y razonable, y Boston Celtics pone el 2-0 a su favor. Las opciones ya eran mínimas para Dallas aunque estuvieran todos a su mejor nivel. Pero si además se caen de la ecuación todos menos Luka Doncic, estos Mavericks no tienen ninguna alternativa que supere a un planteamiento tan aplastante como el de estos Celtics. La serie viaja a Dallas con la esperanza de que aparezca Kyrie Irving, anulado por la presión en Boston, para intentar pelear con un proyecto que puede empezar a medirse con otros tan históricos como los de Warriors, Pistons, Spurs y compañía.

Boston Celtics no da opción a los Mavericks en el primer partido de Las Finales. La vuelta de Kristaps Porzingis anula cualquier esperanza de Dallas. Y, por si quedaba alguna duda, aparecía Jaylen Brown para solventarlas todas. Inicio complicado para Luka Doncic, que esta vez no encontró en Kyrie Irving al socio que tanto necesita para plantar cara al equipo más dominador de toda la NBA.

Cuesta mucho creer que el candidato del Oeste al anillo sería un equipo reconstruido en febrero. Pero, a unos días de empezar Las Finales, estos Mavericks de Luka y Kyrie (y de @KikeGarcia41) son el rival más serio al que se van a enfrentar los Celtics en todos los Playoffs. Las posibilidades de Dallas pasan por el poder de las superestrellas, y Doncic es el nombre principal de esta eliminatoria. Al menos en teoría. Boston tiene armas para frenar a todos menos a Doncic, y esto no les debería condicionar porque el esloveno es capaz de desestabilizar cualquier planteamiento. Tampoco pueden dar por hecho a Irving, que sabe manejarse para estar desconectado todo el partido y aun así resolverte el momento más difícil. Y estas Finales son su momento perfecto para la reivindicación definitiva, con el botafumeiro a cuestas paseándose por el Garden.

Boston Celtics llega muy, muy descansado a Las Finales de la NBA. Exactamente igual que nosotros. Traemos a un experto como Javier R. Rodríguez (@CafeDeRick) para analizar si es posible que pierdan el anillo. Todo son amenazas para los Mavericks, pero Porzingis reluce por delante de todos. Boston es el mejor equipo de la temporada sin ningún tipo de dudas, pero quizá no ayude que lleven tres meses sin una gran exigencia competitiva. También son propensos a desconectar en partidos tan decisivos, pero el grupo es muy diferente al de otros años gracias a la madurez que aportan Jrue y Derrick White. Jayson Tatum tiene mucho que perder contra Luka Doncic, y esta segunda oportunidad de hacerse con el anillo puede ser la última.

Entre las swifties y las desbrozadoras, casi no tenemos fuerzas para grabar. Dallas y Minnesota llegan al quinto partido, y aunque se vea imposible remontar, los Wolves ya han metido la duda en el cuerpo. Los emparejamientos se han igualado, pero la baja de Lively es muy decisiva. La serie podría estar 2-2 perfectamente, y también es posible que Dallas sea capaz de cerrar el Oeste a domicilio con otro final de partido estelar de Irving y Doncic. Vivimos una NBA mucho más igualada, que acepta más sorpresas y depende de factores muy volátiles. Y, por tanto, un equipo como los Wolves es capaz de romper ese maleficio. La experiencia la tiene Dallas, pero el físico y el ímpetu debería caer a favor de Minnesota, que o ganan o se acaba su temporada. Y quizá hasta el proyecto tal como lo conocemos, porque su directiva está en guerra civil y la situación no es la ideal para mantener a flote la estructura actual. Dejando a un lado esto, era necesario rendir un pequeño homenaje a Bil Walton, fallecido esta semana pero inolvidable para la memoria del baloncesto.

Nos encanta salir a la calle, ir a bodas y ver la Final Four de la Euroliga. Imposible no alegrarse por la buena gente del Panathinaikos. Dallas y Boston están arrasando en sus eliminatorias, aunque las sensaciones son bien distintas. Tiene que volver Porzingis y eso lo condiciona todo, pero la situación de los Celtics sigue siendo la misma desde inicio de Playoffs. Por su parte, los Mavericks progresan adecuadamente. No van a ser los favoritos al anillo, pero están ganando muchas opciones. El único problema puede ser la ausencia de Lively. Minnesota ni está demostrando su dominio físico ni sus estrellas responden a la altura. Veremos si son capaces, como Indiana, de robar al menos un partido y alargar estas finales de conferencia.

Empiezan las finales de conferencia y ya tenemos la primera sorpresa. Agradable sorpresa porque nos puede asegurar una serie larga y competida entre Minnesota y Dallas. Todo iba a favor de los Wolves, y aun así Luka y Kyrie son capaces de reconvertirse, superarles y demostrar que son capaces de ganar cualquier partido. Bien respaldados, sobre todo, por un Dereck Lively esencial. Doncic se acerca cada día más al nivel legendario que solo mantiene Jokic. Los Mavs no se complican y juegan un baloncesto básico pero genialmente ejecutado. Todo abierto en el Oeste, y es lo mejor que nos puede pasar. Salvo que la rodilla de Doncic diga basta.  Boston sigue compitiendo como si estuviera en temporada regular. Se salvan contra los Pacers, que pierden el partido y desaprovechan una de las mínimas oportunidades que van a tener contra los Celtics. Y pese a esto, hay que aplaudir que estén compitiendo y hayan formado un equipo serio sobre Haliburton y Siakam. Seguimos sin poder juzgar claramente a Boston, pero este es el partido típico que gana un equipo campeón. Pinta muy complicado que Indiana todavía tenga algo que decir. Y más sumando la vuelta de Porzingis.

Era muy difícil prever la clasificación de Minnesota a finales de conferencia, pero era imposible imaginarlo cuando Denver ganaba de 20 puntos en el Game 7. Y ahí ha aparecido lo mejor de Edwards, Towns, Gobert, Conley y McDaniels. Sin duda, han firmado una de las mejores eliminatorias que recordamos de los últimos años. Esto nos lleva a ver a un nuevo campeón de la NBA, pero quién sabe si después de esta racha entraremos en un nuevo dominio. Actualmente se está premiando a los equipos que arriesgan con sus movimientos para competir desde ya (Gobert en Wolves, Irving y compañía en Mavs, Siakam en Indiana y hasta Anunoby en Knicks) y a los que priorizan tener una rotación con gran forma física para llegar vivos a estos momentos de la temporada. Pero cuidado porque esto es muy volátil, no se pueden desaprovechar oportunidades ni pensar que vas a durar para siempre. El proyecto de Oklahoma ya debería saber qué mejoras necesita para dar el siguiente paso, pero este año han tenido opciones para reforzarse y no se han atrevido. Todo lo contrario en Dallas, que con PJ Washington, Lively, Gafford y Derrick Jones han conseguido rearmarse a tiempo para blindar a Luka y Kyrie y meterse en las finales del Oeste. A las del Este llegan unos Pacers muy circunstanciales, pero ahí están y eso es lo que importa. Empieza una etapa de reestructuración en Denver para no perder su estatus y ser uno de los principales candidatos al próximo anillo. Ahora nos toca disfrutar de uno de los mejores momentos del año: finales de conferencia.

Para empezar, otro gran recital de referencias musicales y folclore. Merece más la pena que hacer balance de la temporada de Cleveland Cavaliers, que no aspiraban a otra cosa. Caen eliminados de Playoffs sin poder competirles a Boston Celtics, y ahora el futuro del proyecto pasa por decidir si se refuerzan o no alrededor de Donovan Mitchell. Por otro lado, los Celtics ya están en finales de conferencia sin haberse desgastado físicamente. Su rival serán los Knicks o Indiana Pacers, que dependen de si Brunson y compañía llegan con la energía suficiente. En el Oeste, la diferencia de Jokic con todos los demás sigue siendo inalcanzable, firmando un quinto partido memorable contra Minnesota. Se está acercando Doncic a ese nivel, que ha conseguido un equilibrio ideal con Irving para firmar una eliminatoria sostenible contra los Thunder. Dallas no ha perdido dos partidos seguidos en Playoffs, lo cual apunta a que serán el rival de Denver en la última eliminatoria de su conferencia. Con lo bien que empezaron los Wolves, los Nuggets les han dado la vuelta demasiado fácil. La apuesta económica y deportiva por Gobert es absurda si es absolutamente incapaz de frenar o desgastar a Jokic.

La NBA va cogiendo pinta de culebrón turco y serie de amor roñoso. Hoy no es día para elogiar a los tankeadores. Preferimos bailar Bachata Rosa. Subestimamos el corazón de un campeón y no vimos venir el vídeo de Mike Malone para motivar a sus jugadores y conseguir que los Nuggets igualen la serie. No se entiende la actitud de los Timberwolves jugando en casa. Desperdician una oportunidad histórica para barrer al campeón y provocan una gran decepción por la manera en la que han perdido en Minnesota, sobre todo el tercer partido. También es cierto que la reacción de Jokic está a la altura, y que Murray va dopado hasta las orejas. Siguiendo con el clan de los lisiados, se acabó la broma sobre los Knicks. Están reventados y no dan para más contra Indiana. Puede ser el primer caso de load management en Playoffs. Aparece el liderazgo de Haliburton en el momento oportuno. Aunque pueda sonar increíble, Luka Doncic es mucho mejor de lo que pensamos. Pese a estar pésimo físicamente, sigue siendo capital contra los Thunder, y eso que tiene a Lu Dort apretando al máximo en cada defensa. La juventud de Oklahoma se ve cuestionada por la profesionalidad de Kyrie Irving, PJ Washington y compañía. Boston Celtics es buenísimo y ojalá le veamos pelear de tú a tú contra algún un rival. La eliminatoria de Donovan Mitchell es de superestrella, aunque el equipo no le acompañe, y quizá debamos considerarle ya por delante de jugadores como Devin Booker.

Queremos pensar que Los Jóvenes todavía conocen a Tim Duncan. Jokic debe demostrar su tercer e ilusionante MVP para no ser barridos 4-0 por Minnesota Timberwolves. Sorprendente actitud de los Nuggets, que están a un paso de convertirse en equipo desagradable. Ya no debería dar miedo decir que los Wolves tienen todo para ganar el anillo este año. La defensa en equipo es el factor decisivo, pero esta faceta de Towns entendiendo su rol es brillante. Son el equipo que gusta a cada aficionado de la NBA.  Oklahoma es más rápido, más efectivo y más completo que Dallas Mavericks. Si se suma que Doncic está lastrado físicamente, y Shai todo lo contrario, la eliminatoria apunta muy bien para los Thunder. Sería muy duro no tener unas finales del Oeste entre Wolves y OKC. Necesitamos ver a Luka Doncic en su mejor versión física y competitiva. Entra en sus años de mayor rendimiento y todavía no hemos podido disfrutar de él a su nivel durante playoffs.  Los Knicks están a un paso de no tener gente suficiente para jugar un partido. Se van a Indiana con el 2-0 a favor, pero con una fatiga física inaguantable. Por si los Celtics necesitaban alguna ayuda para ganar el Este, aquí la tienen. A descansar en Boston. 

No vamos a detallar el inicio de este episodio por razones que entenderás al escucharlo. Está a la altura de la gestión que han hecho Los Angeles Clippers de su temporada, de su plantilla y de los millones que pagan año tras año de impuesto de lujo. Todo para sumar otro notorio fracaso que los lleva en volandas a estrenar su nuevo pabellón la próxima temporada rodeado de jugadores que podrían pasar su verano en Benidorm. Menos mal que aparecen actuaciones como las de Anthony Edwards y sus Timberwolves para seguir confiando en esta liga y en este deporte. Ojalá sea el inicio de una carrera que apunta a entrar en la historia. No llegarán a tanto los Orlando Magic, pero Banchero y compañía han firmado un gran año que les da esperanzas para el siguiente. Ojo, mucho ojo, mucho cuidado, muchas dudas con quién será el Rookie del Año. 

Se acabó la temporada de Los Angeles Lakers y se da paso a la despedida en diferido de Darvin Ham. No es un verano fácil para encontrar una tercera estrella, y quizá ya tengamos demasiados ejemplos que demuestren que ese modelo no funciona. Muchas decisiones que tomar para blindar el proyecto alrededor de Anthony Davis y LeBron James. La papeleta en Milwaukee Bucks tampoco es de buen gusto: otra vez fuera en primera ronda, habiendo apostado todo al fichaje de Lillard y con muchos rivales que están creciendo por delante de ellos. La NBA ha vivido un suceso generacional clave este año, y muchas franquicias no han sabido mantener ese ritmo que ya marcan Thunder, Wolves o Knicks. Esto nos lleva a unas semifinales de conferencia más que interesantes.

Es imposible describir el inicio de este episodio. Tampoco es fácil analizar cómo han llegado hasta aquí los Suns de Frank Vogel. Barrido absoluto de Minnesota ante Phoenix, que maltratan un proyecto que solo podía tener como objetivo ganar ya el anillo. ¿Es el momento para dejar de confiar definitivamente en los megaequipos? ¿Qué pasa con Kevin Durant? ¿Por qué Devin Booker está tan lejos de su versión como candidato al MVP? Es muy difícil pensar en que podían conseguir una rotación mejor a la que tienen, y dilapidar al entrenador no es la única solución porque hay mucha estrella que debe asumir responsabilidades. No queda mucha duda de que Anthony Edwards va a liderar la NBA, el Dream Team de París y todo lo que quiera antes que Devin Booker.  En Nueva York han encontrado a su rey, a Jalen Brunson, a un jugador que controla todo lo que pasa y que domina sobre la pista con un nivel competitivo realmente emocionante. Cuesta entender cómo son capaces estos Knicks de sobreponerse a cualquier contratiempo y siempre encontrar a otro jugador que luche por ese rebote, que ponga ese tapón o anote ese triple decisivo para que estén dominando la eliminatoria ante los Sixers de todo un MVP como Joel Embiid, que vuelve a quedarse sin recursos en los momentos finales de estos partidos. Es curioso cómo su comparación está más cercana a Draymond Green que a Nikola Jokic.  Ya era hora de tomar la decisión en Los Angeles Clippers de jugar sin Kawhi Leonard si no está realmente bien físicamente. Les va mejor a todos los niveles. Empieza a decepcionar Dallas, que si consigue pasar de ronda se enfrentará ante unos Oklahoma City Thunder arrolladores. Influye que Luka Doncic también está lesionado, acumula faltas y se ve superado por James Harden. Aunque sigan apareciendo los milagros de Kyrie Irving, no son suficientes y llegan cuando los Mavericks ya pierden por 31 puntos. Solo pedimos que la sociedad tenga con nosotros la paciencia que tiene toda la NBA por jugadores 3-and-D como Josh Green.  Y de alguna manera se ha llegado al final de este episodio sin mencionar un partido histórico, el que ha acabado con la racha incomprensible de Denver Nuggets y Los Angeles Lakers. La serie no acabará en 4-0, y cuidado si se confirma la ausencia de Jamal Murray. Mucho cuidado.

Cómo cabrearse con la NBA. Es imposible con las noches de playoffs que nos están regalando llenas de táctica, remontadas y demás motivos para disfrutar tanto. Sobre todo, con partidos como la victoria de Miami en Boston. Así es muy difícil quitarles la etiqueta a los Celtics, aunque el concurso de triples de los Heat seguramente no se vuelva a repetir. Dar por saco sigue siendo una gran virtud de Erik Spoelstra y su planteamiento de fundir al rival desde el tiro de tres. Sorprende el nivel de Tyler Herro, que consigue el partido ideal para brillar por delante de una defensa exterior que roza la perfección. Está claro que el ROY es Wembanyama, pero esto no quita mérito a Chet Holmgren, que lidera junto a Shai y Jalen una eliminatoria contra unos Pelicans que debería exigir más a jugadores como Brandon Ingram ante la ausencia de Zion. Se le pone muy de cara la eliminatoria a Dallas Mavericks, que emocionó con su victoria en Los Ángeles basando su victoria en la defensa. Los Clippers deberían sufrir mucho en Dallas, y más teniendo en cuenta el ritmo al que juegan para intentar involucrar a Kawhi Leonard.   Los Knicks deciden la serie contra los Sixers con las dos victorias en el Madison. No terminamos de entender los informes arbitrales una vez que acaba el partido. No se puede pedir más de Joel Embiid; de hecho, quizá lo contrario, que piense más en su físico para salvar su carrera. La foto que se va a llevar Anthony Davis de Denver es dura, pero poco más puede hacer ante el canastón de Jamal Murray. Algún día deberá terminar esta racha histórica de los Nuggets ganando de todas las maneras posibles ante los Lakers, pero ni con ventajas de 20 puntos, con el triple ideal que tuvo LeBron, con tantos ejemplos que siempre caen a favor del mismo lado. Es una gozada ver la primera ronda de Minnesota Timberwolves, aunque Phoenix Suns no está poniendo mucho de su parte. A principio de temporada, Devin Booker entraba en la lista de candidatos a MVP, pero cuánto ha cambiado su situación ahora. La eliminatoria entre Cleveland y Orlando sigue su deriva. En la de Milwaukee e Indiana no se puede hablar bien de ningún equipo, pero al menos los Pacers pueden sacar algo útil si mejoran su juego alrededor de Siakam y Haliburton. No se espera la vuelta de Antetokounmpo, pero ya sabemos qué puede pasar si la serie se va a 6-7 partidos.

Bienvenidos de nuevo a la época en la que toca dormir por fascículos. No es tan común que la primera ronda empiece con ocho victorias locales. Esto siempre parece más largo de lo que en realidad es, y no hay que dejar pasar ni una oportunidad. En algunos casos será solo un partido, pero en otros sí que puede influir la eliminatoria. Dallas debería ser favorito, pero no aprovecharon que los Clippers estuvieran sin Kawhi. Pelicans tuvo opciones en casa de Oklahoma, y de este tipo de derrotas te acabas acordando. Minnesota domina alrededor de Gobert y Anthony Edwards, y mete en los Suns el miedo de llegar 2-0 a Phoenix con Booker anulado. Lo de siempre en el Nuggets-Lakers: Jokic sigue haciendo de Magic y Kareem, Denver castiga constantemente a Davis en defensa y los secundarios marcan la diferencia. Lillard lidera sin Antetokounmpo y frustra a unos Pacers que no encuentran a Haliburton. Los Knicks mantienen su seriedad mientras que Philadelphia entra en pánico con cada acción de Joel Embiid. Poco que destacar en la victoria de Cleveland ante Orlando, menos aún en la de Boston contra Miami.

No damos respiro para que nos echéis tanto de menos. No ha quedado nada mal la primera ronda de Playoffs, pero desde luego que hay algunas eliminatorias más atractivas que otras:  Dallas Mavericks contra Los Angeles Clippers | La semana de descanso ayuda a Clippers para salir de ambiente regulero, pero los Mavericks son favoritos si mantienen la dinámica de estos últimos partidos con Doncic, Irving y la rotación defensiva. Desde luego que si no está Kawhi no habrá eliminatoria por muchas heroicidades de Paul George y James Harden.  Minnesota Timberwolves contra Phoenix Suns | Es la más intrigante, la que más dudas deportivas genera, con dos rivales realmente candidatos a luchar por llegar a Las Finales. Ambos tienen jaleo en los despachos, pero han formado proyectos sólidos para ser un rival duro desde ya.  Denver Nuggets contra Los Angeles Lakers | El mejor jugador es Nikola Jokic, sin duda, pero luego deberían estar LeBron y Anthony Davis por delante de Jamal Murray. Está el recuerdo del 4-0, pero la constante sensación de que se luchará cada partido y que los Lakers tienen opciones para competir la serie.  New York Knicks contra Philadelphia Sixers | No debe sorprender que estos Knicks sean favoritos por delante de Embiid, Maxey y compañía. Si cae Philadelhia, este verano es una obligación replantearse si su futuro pasa por el actual MVP. En Nueva York han encontrado en Jalen Brunson un All-Star constante y profesional para ir progresando en el Este.  Todo lo demás será entretenido: Milwaukee perderá contra Indiana si no vuelve pronto Giannis, Boston y Oklahoma dominarán contra quienes superen el Play-In, y en el Cleveland-Orlando nos quedamos con el atrevimiento de Magic y con la palmada merecida de los Cavaliers.

Invéntate más gaitas, Adam Silver, que los Lakers las ganan todas. La revancha contra Denver Nuggets quizá pinte un pelín complicada, pero hay opciones. Casi nulas, pero hay opciones. En el desastre del Este no se salvan ni los partidos de Play-In. Las lesiones siguen siendo protagonistas: Zion, Giannis, Kawhi, Randle, Butler… Y ningún equipo se libra de esta preocupación durante Playoffs.   La narrativa no puede ocultar la realidad de Miami Heat, que tiene que decidir si Tyler Herro se parece más a una estrella o a Jordan Poole. Los Knicks compiten pase lo que pase y no van a ayudar ni lo más mínimo en la enésima recuperación física de Joel Embiid. Chicago Bulls al menos divierte, pero lo de Atlanta Hawks no tiene remedio. Trae Young sigue siendo el mismo desde hace cinco temporadas sin ninguna progresión, solo ir a menos y ser cada vez menos líder.  El partido decisivo del Play-In en el Oeste no le sale de cara a la NBA: sin Warriors ni Lakers, con dos equipos de mercado menor y además con la ausencia de Zion Williamson. La eliminación de Golden State lleva a pensar en su fin como dinastía alrededor de Curry, Klay y Draymond, pero quizá busquen una última oportunidad porque el imperio depende del mismo núcleo, y sobre todo de la misma persona que vertebra todo.

Una gran época para la tontería y para ser creadores de contenido. Lo del domingo en el que todo se resolvía acabó en vergüenza ajena: las alitas de pollo de Marjanovic, el descanso de Stephen Curry cuando Warriors podía ser octavo, las teorías para que los Lakers se dejen ganar y no jugar en primera ronda contra Denver Nuggets. No deberíamos explicar por qué un equipo profesional tiene que intentar ganar partidos en una competición como la NBA. Entre dejarse ir como Cleveland Cavaliers o pelear por cada balón como New York Knicks, está clara nuestra elección. Siempre a favor de los Chet Holmgren o Austin Reaves que juegan todo siempre que la salud se lo permita. ¿Cómo hubiera sido este último mes de temporada regular si no existiera el Play-In y tuvieran que arriesgar todo lo posible por clasificarse?  Qué grandísima noticia, qué hito supone para nuestro baloncesto que Jordi Fernández vaya a entrenar a Brooklyn Nets. Una carrera que ha cumplido con todos los pasos, haciéndolo genial siempre y dejando una huella realmente positiva en cada sitio que ha contado con su trabajo e inteligencia. Tiene una labor complicada en Brooklyn, pero también es un mercado interesante con opciones de contratar a grandes estrellas como Kevin Durant y Kyrie Irving en su momento. Contará con un ejecutivo como Sean Marks que le respaldará en las oficinas asumiendo tareas complejas, como ya he demostrado recientemente. Jordi Fernández ya ha sido reconocido como el mejor asistente de la NBA y era cuestión de tiempo que le llegara esta oportunidad como entrenador jefe de una franquicia. A todo esto, en los Juegos Olímpicos entrenará a la selección de Canadá, candidata absoluta, pero con un pequeño asterisco: el rival a batir es la monstruosa Estados Unidos que han montado alrededor de LeBron James, Kevin Durant y Stephen Curry.  Ya tenemos las eliminatorias de Play-In: el Oeste con el Pelicans contra Lakers y el Kings contra Warriors supera claramente al Este, aunque el Sixers-Heat aporta e interesa mucho, mucho más que el Hawks-Bulls.

Las culpas siempre al mismo. La pasión por los juegos de rol. Nos toca un fin de semana de carrusel con los últimos dos partidos de temporada regular. Se decide mucho y la NBA busca la mejor forma para que interese la competición. Los Kings solo saben ganar a los Lakers y pueden acabar siendo décimos del Oeste. Por mucho que se peleen los de abajo para entrar a Playoffs, parece que Dallas Mavericks es el único equipo que podría aguantarle la eliminatoria a Denver Nuggets. Había dudas con el traspaso de Kyrie Irving, pero el paso adelante de Dallas lo protagoniza Luka Doncic y su temporada al nivel de los más grandes de todos los tiempos. Tiembla todo Boston con la derrota ante New York Knicks. Se resguardan en la renovación de Jrue Holiday para confiar en el mismo proyecto durante varios años, aunque el gasto es elevadísimo para mantener este quinteto.

Todo el mundo a felicitar a Pepe, que le hará muchísima ilusión. Está bien que haya un dominador en cada competición, pero que al menos deje cierta esperanza al resto de rivales. Con lo que les ha costado a los Lakers salir del Play-In, pierden contra Minnesota y en un solo partido vuelven a estancarse en el noveno puesto. Cada victoria o derrota esta semana puede cambiar todo el cuadro del Oeste en Playoffs. Puede ser una de las peores temporadas en la historia de la Conferencia Este. En Cleveland no resuelven la eterna duda sobre si les sirve Darius Garland. Las eliminatorias del Este pueden ser un mero trámite para Boston Celtics, que llegarían muy frescos a Las Finales. No le quedan más oportunidades a Joel Embiid para liderar el proyecto en Philadelphia. Quizá haya un patrón en los partidos contra Spurs: Brunson metió 61 puntos, Maxey otros 52... Se busca base urgentemente para que Wembanyama no quiera huir de San Antonio.

Estaba siendo el episodio más emotivo de la historia de cualquier podcast, pero el profeta Malachi Flynn ha metido 50 puntos y se dispara la tontería al respecto. Pocos años se recuerdan tantos equipos realmente malos. El podcast de LeBron sigue cumpliendo con la expectativa de reescribir su propia historia. Nunca te puedes fiar de las buenas rachas de los Pelicans. Vuelven a encadenar derrotas, y la situación es aún más grave con las lesiones de Brandon Ingram y Zion Williamson. ¿Podría ser Jonathan Isaac el mejor sexto hombre de la temporada o candidato a mejor defensor para los próximos años? Orlando Magic refuerza su proyecto desde la consistencia defensiva y tiene opciones para afianzarse en lo más alto del Este. Por primera vez en toda su carrera Devin Booker ha conseguido meter más de seis triples en un partido. Da igual lo que hagan los Lakers, que siguen en el noveno puesto del Oeste. Lo que está claro es que el Play-In y la primera ronda del Oeste van a encadenar enfrentamientos alucinantes. Se retira Rajon Rondo. Y Rudy Fernández a final de temporada. Y la camiseta de Marc en Memphis. Pues muy bien todo. A disfrutar el March Madness y los back-to-backs en Los Ángeles.

Estados Unidos solo está pendiente del March Madness femenino: el LSU-Iowa con Angel Reese y Caitlin Clark va a reventar las audiencias, y el UConn-USC con Paige Bueckers y JuJu Watkins tampoco se queda atrás. En el masculino, hay expectación con Zach Edey, aunque su desarrollo en NBA pinta complicado. No como el de Wembanyama, que tiene sus primeros jaleos y recibe una multa. Puede ir derivando en ser uno de los villanos de la liga, y tampoco le va mal una pizca de mala leche como han tenido tantas otras grandes estrellas. El tobillo de Lamelo Ball y el codo de Anunoby compromete mucho el presente de Hornets y Knicks. No por las lesiones sino por su compenetración, en Cleveland no consiguen ajustarse alrededor a Darius Garland. Donovan Mitchell se pensará su futuro en verano, pero la realidad ahora mismo es que su juego junto a Jarrett Allen está claramente por delante al de Garland con Mobley. El momento más tenso de la temporada viene con carga añadida en Sacramento por las lesiones de Kevin Huerter y Malik Monk, así que se quedan sin el escolta titular y el suplente, que además apuntaba a sexto hombre del año. Esta temporada está perdida en Memphis, pero en la que viene debería ser un equipo al nivel de Oklahoma o Minnesota. ¿Quién podría fichar Lakers como tercera estrella?

Miércoles de resurrección y pasión y fiebre amarilla y papeles y dinero y amores de la infancia y vivencias con la reina Letizia y mensajes del Mosad y el partido del año del que nadie quiere hablar en este podcast. Así que toca explicar cómo se ha convertido Dallas Mavericks en uno de los mejores 2-3 equipos del Oeste y Luka Doncic en el MVP indiscutible (o casi, que siempre está ahí Jokic).  El repertorio de Dallas roza la perfección con especialistas en todas las posiciones, buena segunda unidad y un Kyrie Irving estelar preparado para competir en cada momento. Aunque siga Denver Nuggets en otro escalón, los Mavericks ya entran como claro rival a batir en una serie a siete partidos. El mejor rendimiento del equipo llega en el mejor momento de la temporada. Por otro lado, los Clippers se caen a pedazos, en Pelicans falta Ingram, la defensa de Minnesota ya no está al máximo nivel, OKC empieza a notar el desgaste y Sacramento parece un equipo menor, aunque les queda otro encuentro clave para medir definitivamente su situación.  A lo mejor no es tan buen año para Boston Celtics. Y solo A LO MEJOR sea buen momento para hablar de Anthony Davis: sin perderse partidos, con actuaciones memorables y con el único pero de sus choques con Jokic y Sabonis. Hay que mandar un fuerte abrazo a Phoenix Suns porque tienen el peor calendario y a Lakers apretando con una gira por el Este muy asumible. Kevin Durant está realmente solo contra el mundo, con Booker y Beal perdidísimos, un equipo que no aprovecha sus ventajas y el sentimiento colectivo de fracaso absoluto porque están hechos para ser campeones de la NBA.

Saca un rato, ponte cómodo y empieza a leer este artículo magistral de Juanma sobre las apuestas en la NBA. El March Madness puede quedar realmente competido, aunque no tanto como las semifinales de Eurocup. La tendencia de cuidar y volver a lo local se demuestra en los pabellones de ligas como la ACB. Houston Rockets encadena victorias inesperadas y compromete a Golden State para ocupar la última plaza del Play-In. Estos Warriors son el equipo más caro de la historia y solo hace dos años que ganaron el anillo, pero ahora la franquicia va a la deriva y están obligados a cambiar de estrategia. Dallas Mavericks afianzan su candidatura en el Oeste, pero ahora se enfrentan a un calendario plagado de rivales directos. Los Ángeles Lakers suman muchas más victorias que el año pasado, pero no consiguen romper la barrera contra sus máximos competidores. Milwaukee Bucks por fin parece recuperar a Khris Middleton. James Harden olvida atender a la prensa en la última derrota de sus Clippers.

El March Madness de la NCAA nos debería tener loquísimos, pero no da para tanto aquí. En Estados Unidos sin duda que sí, es de los fenómenos más relevantes del año. Así que no van a parar las vasectomías y las clasificaciones a dedo. Hay nombres que tendrán carrera NBA, pero no se espera una generación muy diferencial. James Harden ya no sabe qué hacer para volver a protagonizar highlights. Kawhi tampoco sabe qué hace. Siempre hay que pensar en qué haría Obradovic. Empieza a ponerse encima de la mesa seriamente el problema con las apuestas en directo durante las retransmisiones del League Pass. ¿Qué barreras no se van a sobrepasar en un negocio que mueve miles y miles de millones de dólares? A eso se enfrenta la NBA: adicciones, mafias, dramas de salud mental, ambiciones desmedidas, codicia, canibalizar el producto, comprar franquicias, cambiar legislaciones. Pues a esto se está sumando una liga que busca ser modélica y se está saltando todos los límites, como otras tantas competiciones que hacen y deshacen el deporte a su antojo aliándose con las empresas de apuestas. Ojalá las palabras de J.B. Bickerstaff influyan y no sean las últimas. Mientras tanto, a escuchar este podcast y el de LeBron con Redick.

Hay un nombre por delante de los brackets del March Madness y las Fallas: Kyrie Irving. Es inimaginable meter un skyhook por delante de Nikola Jokic para ganar el partido. Dallas Mavericks empieza a diferenciarse de Suns, Lakers y Warriors como el rival más sólido de cara a Playoffs. En Phoenix decaen las ilusiones. Devin Booker olvida el papel de base y su candidatura al MVP. New Orleans Pelicans mejora las sensaciones como equipo joven, polivalente y serio, con Zion a la cabeza. Los Clippers siguen sin cumplir con las expectativas y encaran un verano de negociaciones muy delicadas, con la influencia de querer estrenar el pabellón siendo una franquicia relevante. Para ser un podcast antiCeltics, no veas qué datos manejamos a su favor. Al final parece que Wembanyama es muy bueno.

El bálsamo de los árbitros se nota: menos faltas, menos tiros libres y menos partidos de 150 puntos. Esto supone menos protestas y más juego, y el aficionado lo agradece. El triple ya no está por encima de todo y la diversidad es necesaria. Stephen Curry cumple 36 años, y DeRozan tiene un regalo para él. Espléndida gira de Milwaukee por el Oeste. Los Lakers han perdido todos los partidos diferenciales que tenían que ganar para salir del Play-In. ¿Paolo Banchero ya tiene valor como jugador franquicia? Orlando Magic sigue creciendo a su alrededor.

Primero una oda a los puestos intermedios y a las dinámicas del amor. Y después, la noticia: la NBA podría entrar como inversora en una nueva competición europea, asociándose con la FIBA y dejando a un lado a la Euroliga. Una propuesta que aparece en una semana clave, y no es casualidad. Tampoco es casual la multa a Rudy Gobert por dejar caer que las apuestas pueden influir en las actuaciones arbitrales. La baja de Towns en Minnesota ya hace mella. Zion y los Pelicans empiezan a parecer serios, sin ser brillantes pero sí sólidos para librarse del Play-In. La aparatosa caída de Alperen Sengun asusta en Houston, pero ojalá el temor solo acabe en una grave lesión y no en perder su carrera. Seguimos sin ver útil el tanking. Indiana Pacers no está rompiendo en el equipo que se presuponía y la lesión de Mathurin complica la situación. Tom Thibodeau está exprimiendo más de la cuenta a los Knicks y las aspiraciones se reducen cuando tienes media plantilla en la enfermería. La fiebre amarilla sigue salvando vidas. 

Fíjate que hay argumentos para alegrarse de la victoria de Denver Nuggets ante Boston Celtics, pero tenemos una motivación mayor: decir algo bueno de cierta franquicia californiana. Todo circula alrededor de Nikola Jokic, que es sin lugar a duda el mejor jugador de toda la NBA y además hace mejores a todos sus compañeros en Denver. Situación muy diferente a la de Tatum con Boston Celtics. Es razonable considerar ya a Jokic como el mejor europeo de la historia, por delante de Dirk Nowitzki y Giannis Antetokounmpo, y estamos en proceso de meterle entre los Olajuwon, Durant y compañía. Se acabaron ya las posibles resurrecciones de Lakers y Warriors. Muy dura la baja de Karl-Anthony Towns para Minnesota Timberwolves. Fin a la carrera de Ben Simmons. Un abrazo a Kyle Kuzma y a los futuros All-Star de Detroit.

Con 60 partidos jugados, no se puede esperar más de equipos como Phoenix Suns. Tienen demasiada fe (o necesidad) en jugadores como Bol Bol o Grayson Allen. Bradley Beal no es una estrella, Durant se desgasta y Booker no llega a ser un posible MVP. Cualquiera de las franquicias que sea derrotada en el Play-In habrá firmado un fracaso de temporada. Dallas necesita un planteamiento que Jason Kidd sigue sin encontrar. Doncic y Kyrie no dan para más. La clave está en Boston: todos defienden y meten triples. Los récords conseguidos por LeBron James y Caitlin Clark tienen una dimensión sobrehumana. Él ha cambiado la historia siguiendo la estela de Kareem y Jordan, y ella viene a construirla tras superar a una leyenda como Pete Maravich y convertirse en la persona que más puntos ha anotado en el baloncesto universitario.

La liga de hockey femenina pone a prueba un método para encontrar el sistema perfecto para conseguir el número uno del Draft. Aunque todo sistema se puede manipular, la NBA cambiaría el gran problema: los equipos que se borran de la competición. La tecnología no ayuda para zanjar las polémicas arbitrales. Hay que aprovechar cada partido que podamos ver de LeBron James. Además de por su grandeza, el partido lo remonta Lakers porque sigue cumpliéndose el patrón de los Clippers contra rivales directos: atacan a Harden y les machacan físicamente. Pasa demasiada factura que Phoenix tenga tantos minutos en pista a Kevin Durant. Algo sabe Phil Jackson para que Celtics, Wolves, Thunder y Nuggets cumplan su profecía del 40-20. Y de repente, Miami Heat es el segundo mejor equipo del Este para pelear por el anillo. Lonzo Ball no consigue solucionar su calvario de lesiones y da mucha pena perderse las carreras de jugadores como él. Es muy difícil no desearle lo mejor a personas como Westbrook que ayudan a sus comunidades y gente con pocos recursos.

España tiene un gran problema, pero nosotros muchos más. A todos se nos ha complicado más de la cuenta un sábado, también a la NBA. Los Ángeles Clippers acumula serias derrotas contra rivales directos en el Oeste. La polémica sobre si Luka Doncic debe ser el MVP seguramente le conduzca a conseguir el galardón la próxima temporada. Situación similar con Jayson Tatum. Este año se decidirá entre Jokic y Shai, que va a liderar la conferencia con unos OKC brillantes. Cuesta creer a tantos jugadores podcasters. Cuidado que no te pille en medio un contraataque de Lowry y Beverley. Denver Nuggets demuestra fácilmente su superioridad. Lakers y Warriors empiezan a quedarse sin tiempo para salir de play-in. No hay esperanza ni opciones en Brooklyn. Charlotte Hornets puede plantearse que Brandon Miller sea su jugador estrella y Lamelo Ball comparta el protagonismo. Houston Rockets debería considerarse una de las grandes decepciones.

No vamos a destapar de lo que se habla en este episodio. No vas a adivinar de lo que se habla en este episodio. Nos vas a agradecer de lo que se habla en este episodio. También se dice algo sobre NBA: el crecimiento de las apuestas, las jaimitadas de Doc Rivers, Giannis y Lillard en Milwaukee Bucks, las dudas sobre si Minnesota es más aspirante que Nuggets o Clippers, y que Boston Celtics domina más que nadie.

Acaba el All-Star y nuestro nombre más destacado es Larry Bird. Así de mal está la cosa. Doc Rivers pega otra lección de vestuario. Este fin de semana debería ser uno de los grandes momentos del año para la NBA, y ni de cerca. Lo de Anthony Edwards y compañía es bochornoso. Y pese a todo, acaban teniendo una de las mejores audiencias de la temporada. Adam Silver lucha contra un imposible. ¿Qué ha significado el All-Star en otras épocas? ¿La solución solo pasa por un tema económico o hay alguna motivación deportiva? ¿Probar más inventos ayuda o se carga la tradición? El concurso de triples fue muy bueno, el de mates no estuvo mal y el de habilidades es insostenible. Sabrina Ionescu y Stephen Curry consiguieron formar una competición memorable. En resumen, la NBA está en rotunda bonanza y LeBron sigue siendo el mejor estratega. 

Viva el humanismo y las cartas del ayuntamiento. El All-Star tiene muchas red flags. Si le faltaban problemas a Detroit Pistons, detienen a Isaiah Stewart por golpear a Eubanks antes del partido. Aumenta la preocupación por el estado de Cade Cunningham y pone más en duda si se le puede considerar una futura estrella de la NBA o una pieza importante más similar a Ingram o Markkanen. Charlotte Hornets endereza la situación y encuentra en Brandon Miller un arma sobre la que construir, mucho más útil por ahora que Scoot Henderson en Portland. Salvando excepciones, ya vemos lo caro que sale tanquear si quieres ser un equipo realmente competitivo. ¿Ayudaría que jugaran más tiempo en la universidad para llegar mejor preparados? ¿Cómo hemos acabado debatiendo si fue mejor Patrick Ewing o David Robinson? ¿Deben los Lakers draftear a Bronny? 

Siempre ganan los Chiefs. Queremos estar bien pero no nos dejan. El análisis definitivo sobre Detroit Pistons. Los Clippers dependen de Harden, y un equipo que dependa de Harden nunca ha ganado la NBA. Empieza a preocupar la temporada de Denver Nuggets para revalidar el anillo. Ya sabemos quiénes son los 20 equipos que pasarán a Playoffs. Cuesta creer que LeBron vaya a perdonar millones en verano. ¿Tiene sentido que New York Knicks apueste por él?

Jamás nos cansaremos de hacer historia, igual que Detroit Pistons. Es muy difícil empeorar al peor equipo de todos los tiempos y ellos lo han logrado. Se busca piso en Palencia para Killian Hayes. Se acaba el tiempo de espera en Chicago Bulls. No hacer nada es tomar una decisión, y hay muchos equipos que han actuado así en el cierre del mercado de traspasos. La situación de Los Angeles Lakers tendría que haber cambiado en verano, y no moverse ahora se puede entender como un mensaje a LeBron James. Por otro lado, Dallas Mavericks no tenía mucho que ofrecer, pero ha conseguido rodear mejor a Doncic y Kyrie con Gafford y PJ Washington. Aun así, con esta mejora no llegan a dar el gran salto que llevan mucho tiempo buscando. Es momento de aplaudir a quienes salen de verdad con la cabeza alta: Indiana Pacers y, sobre todo, New York Knicks. Si quedaba alguna duda, la han disipado: son candidatos al anillo y una franquicia seria a la altura de su prestigio. En los Sixers creen que Embiid puede llegar bien a Playoffs, y la ayuda de Buddy Hield no suena mal, como el rumor de la vuelta de Paul George a Indiana. Milwaukee no sale reforzado y en Oklahoma confían en la experiencia de Gordon Hayward.

No hay nada como dormir ocho horas. Y el calendario de la NBA está ayudando últimamente. Menos mal que aparecen Los Angeles Lakers para dar vidilla ganando en casa de Celtics y Knicks. ¿Anthony Davis es el mejor defensor de la liga? ¿Orlando el mejor equipo defensivo? ¿Mitchell el líder indiscutible de Cleveland? No se esperan grandes sorpresas antes de que el jueves se cierre el mercado de traspasos, pero vete tú a saber lo que tiene Shams Charania entre manos para destrozarnos el podcast. ¿Trae Young acabará en los Lakers si LeBron no sigue en verano? ¿Hay cierto oscurantismo con la lesión de Joel Embiid? ¿Cuánto afecta esto a la NBA?

Demostrando que somos un podcast de nicho. Expertos en salario emocional. Quién no tiene su experiencia por Valencia. Aparición estelar. La retirada de Marc Gasol nos hace reflexionar sobre por qué no suele considerarse uno de los mejores deportistas españoles de la historia. Coincide su decisión con la vuelta de Ricky a las pistas. La NBA necesita revisar el criterio para negociar los contratos máximos. El mínimo de 65 partidos puede valer para nombrar MVP a estrellas como Embiid o Kawhi, pero no para decidir si jugadores como Haliburton merecen más o menos millones.

Aunque no lo parezca, esto no es un podcast de NFL. Es un gran día y estamos bien. Algunos mejor que otros. Somos el ejemplo del aficionado perfecto. Recitando novelas clásicas. Vuelven los de las velas y las victorias en algunos equipos de Detroit. Es imposible odiar a Patrick Mahomes. Las dudas de Oklahoma y Minnesota chocan con el gran momento de Los Angeles Clippers. Qué casualidad la baja del vigente MVP justo cuando va a jugar contra Jokic. Igualito que LeBron y Curry, la mejor rivalidad que existe en este deporte hasta que ellos mismos quieran. La nueva norma de la NBA muestra sus carencias con los casos de Embiid y Haliburton. Bienvenido sea el debate sobre la dureza de las defensas en la NBA, pero no después de los 73 puntos de Luka Doncic. También hubo gente que criticó el partido de los 81 de Kobe. 

Y lo que nos gusta una buena experiencia sensorial. Aportamos otra buena cantidad de vivencias personales poco recomendables para acabar preguntándonos si no hay otra remota opción alternativa a Doc Rivers como nuevo entrenador de Milwaukee Bucks. Buen papel el que tiene por delante para enderezar la situación de la franquicia y el sistema de juego con Antetokounmpo y Lillard. La duda es si ahora están más cerca del anillo o no. Vergonzoso interés de Phoenix Suns por Miles Bridges. Acertada decisión de Miami Heat con Terry Rozier. Qué alegría que Chet Holmgren y Wembanyama no se lleven bien. Qué miedo el calendario que tiene Lakers durante los próximos días. Qué mala pinta el próximo Draft. De la lista de jugadores preseleccionados por Estados Unidos para los JJOO de París, sorprende y mucho la ausencia de Zion y Draymond Green. Pero es el menor de los problemas teniendo en cuenta las leyendas que sí van a formar un nuevo Dream Team.  

La verdad de por qué seguimos deporte y por qué no hemos grabado la última semana. Se estrena Siakam con Indiana Pacers y apunta a funcionar su dupla con Haliburton. Ya no es suficiente con tener espacio salarial para conseguir grandes traspasos. Todavía no le cogemos el punto a Barrett y Quickley como estrellas en Toronto, y a Scottie Barnes nos lo creemos un poco, pero no mucho más. La clave es construir sobre una superestrella, y por eso San Antonio está por delante de la mayoría de proyectos porque van a crecer alrededor de Wembanyama. El rookie wall aparece con Chet Holmgren para remarcar que necesita un crecimiento físico. El choque entre Boston y Denver reafirma el absoluto dominio de Jokic, y deja claro que los Nuggets son un fijo en la carrera por el anillo.

Ha cambiado un poco la NBA desde la última vez que Minnesota ganó a Boston. Hoy todavía juega LeBron y sigue la rivalidad encarnizada entre Detroit y San Antonio. Los Timberwolves tienen que plantearse si apostar por esta plantilla o aprovechar el buen momento para traspasar a Towns ahora que se le puede sacar el mayor provecho posible. La lesión de Morant agrava todos los condicionantes del proyecto en Memphis. Cambia por completo la situación en Nueva York, que agradece al resto de la liga que no insistieran más en hacerse con OG Anunoby. La opción de Siakam está muy abierta porque el jugador parece tener más interés en competir que en un gran contrato, como el que sí ha firmado Erik Spoelstra para confirmar que es el verdadero artífice de todo lo que ocurra en Miami hasta que él y Pat Riley quieran. Milwaukee Bucks no ofrece nada nuevo para confiar. La NBA tiene que resolver lo antes posible el debate de los árbitros porque permitir ciertas reacciones daña mucho la confianza por la competición.

Hoy empieza el año. Hemos triunfado en Navidad. Siguen los vídeos de Ronaldinho, Jason Williams y Ricky Rubio. Qué tío más listo es Bob Myers. Cuántos agujeros está tapando Detroit Pistons. El síndrome Dante Exum se puede repetir junto a Obradovic. Todos contentos en Toronto y Nueva York con el traspaso de Anunoby. Falta decidir el de Siakam. El proyecto de Atlanta está a punto de reventar. Qué bien le sentaría Mikal Bridges a muchos candidatos al anillo. Boston se mantiene superior, aunque Denver sigue siendo el campeón y se cuenta con ellos para playoffs. Shai y Oklahoma están por delante de todos los demás. Pesa la edad de LeBron, pero Stephen Curry tampoco se queda corto. Warriors necesita enderezar la situación por respeto al final de la dinastía. Nadie quiere el contrato de Zach Lavine. Que no falten las cosas espantosas de Embiid. Lo de Milwaukee va para rato.

Cuánto nos gusta felicitar las navidades y repartir alegría. Que no paren los encuentros familiares y las decepciones con los Lakers. Boston Celtics pone el broche de oro a su gira por el Oeste y regresan a casa con la seguridad de ser el mejor equipo de la liga. La victoria en el Crypto es la confirmación de Kristaps Porzingis como valor decisivo en las grandes citas. Los Lakers fueron capaces de superar un inicio dramático, pero tras la victoria ante Oklahoma no tuvieron el aguante para culminar la remontada. Las apuestas de verano no han salido todo lo bien que parecía y en este mercado de invierno vuelven a necesitar refuerzos para aspirar al anillo. Kevin Durant empieza a mover sus opciones para salir de Phoenix. Tampoco ayuda su escaso liderazgo, los problemas de rotación y la ausencia eterna de Beal. Booker intentó seguir el ritmo de Doncic, pero Luka no le dio ninguna opción y demuestra de nuevo ser un competidor absoluto, al menos ante los Suns. Está jugando mejor que nunca y los Mavericks le acompañan, pero por ahora no entran en el primer escalón de la NBA. Victoria valiosa de Brunson y los Knicks contra Anteto y los Bucks, que no salen de los mismos dramas.

Celebramos el Día del Baloncesto, algunos más que otros. La NBA tiene competencia para la jornada de Navidad. Los Lakers salen de la burbuja del In-Season de manera desastrosa. Los Sixers encuentran una estrella en Maxey para seguir el ritmo arrollador de Joel Embiid, que genera las dudas de siempre. El mercado de invierno promete movimientos. La situación de Ricky Rubio es delicada y su vuelta a la NBA no parece una opción. Detroit está ante el partido del año. Houston se cansa de esperar a Jalen Green y tiene otros motivos sobre los que seguir construyendo el equipo.  

La próxima generación de españoles en la NBA genera dudas, pero hay un buen número de candidatos a hacer carrera con Aday Mara, Almansa, Baba Miller, Juan Núñez o Hugo González. Miami Heat sigue cumpliendo temporada tras temporada, y con la vuelta de Adebayo y Herro prometen mantener el nivel para no olvidarse de ellos en la lucha por la Conferencia Este. Otro acierto apostando por Jaime Jáquez Jr. Hay que mirar a Utah, que pone todo el equipo en el mercado, y tiene piezas interesantísimas para media NBA. Parecía que el proyecto de OKC se asentaba en Shai y Giddey, pero Chet Holmgren es la segunda estrella sin lugar a dudas. No sorprendería ver en Las Finales a Oklahoma o Minnesota. No necesitan carambolas para competir con los mejores equipos de la liga. Cuesta más creer que los Clippers están jugando bien al baloncesto, pero así es. Siempre apetece hablar de Detroit Pistons y de la poca confianza que genera Cade Cunningham como gran estrella. El Oeste se pone serio para pelear por los primeros puestos. 

Los viernes siempre se dan buenos consejos, como volver a poner en el mercado a John Collins. Alegría para los equipospereza. Historia viva en San Antonio y Detroit. Qué dolorosa y nefasta forma para que los Warriors den los últimos coletazos a su dinastía. Es insostenible la situación con Draymond Green, pero nadie en Golden State afirma que deba cambiar, aunque Curry sí se ha mostrado contrariado más de una vez con su compañero. La NBA parece ajustar el debate a un problema de salud mental. Draymond nunca ha ocultado su personalidad, pero el agravante actual es la caída en su nivel deportivo y la pérdida de competitividad como aspirante al anillo. Giannis Antetokounmpo suma otra chorrada a su palmarés, además de mil tiros libres a minuto y medio por cada intento. No fue el partido de 60 puntos más divertido precisamente. Los que sí ayudan para seguir sus encuentros son los nuevos Clippers con Kawhi y Harden, los Timberwolves liderando el Oeste y los Mavericks de Luka Doncic manejando a su antojo toda defensa que se le plantea. 

El deseo absoluto por ganar debería ser la aspiración de las treinta franquicias, y esta primera edición de la Copa NBA supone un gran precedente y ejemplo a seguir. A nivel deportivo no hay dudas del In-Season Tournament, pero la NBA siempre aspira a otros objetivos mediáticos y aquí los resultados cumplen bien sin llegar a ser brillantes. Desde luego ayuda muchísimo que lo hayan ganado los Lakers siendo LeBron el MVP. Empiezan a parecer el equipo que se presuponía en pretemporada, con la revelación de Reddish en defensa y la determinación ganadora para decidir partidos. La semana de Las Vegas es un soplo para la NBA, que avanza en su hoja de ruta para luchar por ser la mejor competición de todo el deporte. Honores a Indiana Pacers, que ya tiene una superestrella reconocida con Haliburton y ahora les toca apostar por rodearle mejor con perfiles como Anunoby. Esta temporada no sobresale un dominador claro, y estos Lakers tienen opciones de mercado para reforzar su candidatura al anillo. Denver y Jokic no están manteniendo el nivel, y la diferencia entre titulares y banquillo es superior al año pasado. Seguimos esperando el primer partido de Phoenix Suns con Booker, Beal y Durant. No paran de llegar alegrías a Warriors, Pistons y Spurs mientras Minnesota los mira desde lo más alto.

Siempre sale bien grabar un viernes. Sobre todo, este viernes después de las semifinales del In-Season. Por lo que sea. Bueno, por Los Ángeles Lakers. Por lo rematadamente increíble que es ver a este LeBron James. Habiendo ganado todo lo que se puede ganar y batido todo récord que se puede batir, no hay nadie que demuestre como él lo que significa la grandeza, la competitividad, el sentido de este deporte, de la NBA y ahora del In-Season.   Y todo esto tiene su contrapunto: quedan en muy mal lugar los Pelicans, el posible rol de estrella de Zion y la inestable confianza en Ingram. Indiana Pacers se tomó totalmente en serio el In-Season desde el primer día y lo está demostrando con creces: fuera Boston y fuera Milwaukee, que se queda con mucha gente señalada (Lillard más que nadie) y con los problemas al descubierto dentro y fuera de la pista.  La final va a ser la historia perfecta: el jugador grandioso y la franquicia histórica jugará contra el joven mágico liderando un equipo prometedor. Es indudable que el formato a partido único es un éxito en el deporte y bien la NBA por integrarlo. Y cada vez cuesta menos pensar que Tyrese Haliburton y LeBron James deben estar en la carrera por los máximos logros de la temporada. El cierre de esta primera edición de la Copa NBA vuelve a enfrentar a Indiana, sin títulos en la NBA, contra el equipo que le ganó la única final que han jugado. Los Pacers del siglo pasado se chocaron con Jordan y los de este siglo con LeBron. Y es difícil que se le escape esto, aunque Indiana tenga todas las opciones. 

Así sí, NBA. Éxito tras éxito con el In-Season. Haliburton se presenta en sociedad por todo lo alto y se descubre como estrella para el gran público. Indiana Pacers ya no es solo un equipo divertido, pero el salto definitivo vendrá si Haliburton da el paso a superestrella. Boston Celtics intentó demostrar su nivel de playoffs, pero Carlisle dominó a Mazzulla y se descubrieron las carencias en el primer partido importante de la temporada. Sin Porzingis vuelven a recordarnos al equipo de los últimos años. Los Pelicans legitiman todo su proyecto (Zion suma inteligencia y constancia, Ingram aparece y Alvarado da el plus defensivo) ganando a Sacramento, que no salen tan más parados pero sí saltan las alarmas ante rivales directos. Que tengan cuidado Durant y Booker con Machimura. Hay opciones para Phoenix y Lakers, y ya es mucho decir. Cómo nos gusta que todo se juegue a un partido y abra todo tipo de oportunidades y situaciones nuevas para la liga. Apetece que los Knicks pasen de ronda, pero Milwaukee tiene mucho que perder.

El chundachunda de Darvin Ham y D’Angelo Russell manda más al precipicio a Detroit Pistons. A este paso no sobrevive ni Cade Cunningham. Los Clippers progresan y empiezan a parecer un equipo mientras los Warriors se desesperan y empiezan a olvidarse de lo que les hizo ser los Warriors. En Toronto, los Raptors viven en el día de la marmota. Ya es momento de cuestionarse el funcionamiento y el protagonismo que tienen las apuestas en la NBA. Hay que estar pendientes al cambio de estrategia de Dallas Mavericks con los Adelson como propietarios.

El fin de semana deja estragos. Cuentan las horas en Cleveland para que salga Donovan Mitchell y le puedan dar todos los galones a Darius Garland. Ya no sorprende ser un anotador compulsivo si no eres determinante en más facetas del juego, como sí ha conseguido Devin Booker. La expectativa con Evan Mobley empieza a caer y las aspiraciones con él chocan con el nivel actual de Jaren Jackson. En Memphis escenificaron demasiado la no continuidad de Dillon Brooks y quizá el problema no estaba solo ahí. Es muy difícil que Detroit siga haciéndolo tan mal, y desde luego que la apuesta por Monty Williams no parece la más idónea. Nunca diremos que estamos a favor de ciertas lesiones. Ya no sorprende tanto que Orlando pueda superar a Boston. Aunque sumen victorias, en Milwaukee están muy lejos de ser un candidato temible, y tampoco ayuda la imagen como compañero que está dando Antetokounmpo. Muy bien todo lo que Wembanyama es capaz de hacer, pero que se implique más en la cocina tradicional y menos en cocina de autor.  

Nos sobran los motivos para dar las gracias. Vuelve a aparecer Austin Reaves, Irving sabe cerrar partidos y LeBron va con todo para ganar el In-Season Tournament. Ya no pilla por sorpresa lo buenos que son Franz Wagner y Banchero, más todo lo que acompañan sus compañeros para hacer de Orlando un equipo serio en el Este. Perder a un jugador como Jamal Murray es doloroso, pero quizá Denver lo está llevando peor de lo debería. Lo del árbitro Scott Foster es injustificable aunque Chris Paul suele ganar puntos en estas polémicas. Todavía quedan cosas en la NBA que nunca habían pasado antes, como lo de Popovich, y por algo será.

Lunes de poca luz y menos color, sobre todo en Detroit, pero también en Charlotte y San Antonio. Quizá ya es momento para analizar que el inicio de temporada de Wembanyama no le convierte en un jugador tan generacional. Influye que San Antonio no esté dando con su sitio ideal o que el francés cumpla bien en todas las facetas del juego pero no sea élite en ninguna. En Oklahoma no contaban con estar tan arriba tan pronto, pero la integración perfecta de Chet Holmgren les obliga a moverse para convertirse en un proyecto candidato desde ya. Dallas Mavericks está mucho mejor, pero contra rivales como Milwaukee se ven claras las carencias en defensa, aunque haya mejora con Lively y Grant Williams. Puede ser la temporada del cambio de ciclo definitivo en el Oeste a favor de Minnesota, Sacramento y Oklahoma. 

La NBA debería revisar el criterio de las sanciones y ser muy crítico de una vez por todas. No hay un equilibrio entre la técnica a Antetokounmpo por un mate y los cinco partidos a Draymond Green por estrangular a Rudy Gobert. Se suma que vuelve Miles Bridges. Ya son demasiados casos (Green, Bridges, Primo, Ja Morant, etc) y oportunidades perdidas para que Adam Silver demuestre que la NBA es una organización y una competición ejemplar. Faltan muchas explicaciones y más rotundidad de todas las partes en ejemplos tan sensibles. Seguimos de miserias entre el pánico de Philadelphia cuando se enfrenta a Al Horford, el cambio que espera Chicago por sus estrellas devaluadas y el eterno intento por ver al mid-three de Phoenix jugar a la vez. También se habla algo de Lakers y Pistons, pero nada, así por encima.

Queríais a Golden State Warriors y este es el momento para hablar de ellos. Sigue extraordinario Stephen Curry pero no el equipo, muy alejado de su nivel defensivo y su eficiencia en las transiciones. Sin ritmo y sin tiro, pero aun así no se echa de menos a Jordan Poole. Falta más de Klay y Wiggins aunque Chris Paul sí cumpla con su rol. Se empieza a consolidar el cambio de ciclo en el Oeste con Dallas, Minnesota y puede que Houston. Ahí no entra por ahora Phoenix Suns, que siempre tiene una estrella en pista con Durant y Beal, todavía sin Booker, pero no les da para cerrar partidos.  ¿Empieza el declive de KD? ¿Quién lidera, o debería hacerlo, en Pelicans: Zion o Ingram? Ojo con confiar en los Killian Hayes de la vida. Houston y Udoka se toman en serio la temporada y se ganan el respeto tanto en ataque como en defensa, contando y mucho con Dillon Brooks y con el equilibrio entre jóvenes como Sengun y profesionales como VanVleet. Parece que no se equivocaron cerrando la puerta a James Harden. Fuerte abrazo y mucho ánimo a Tyronn Lue.

Grabar los viernes nos lleva a hablar de proyectos de estrellas como Ben McLemore o Nikola Topic. Parece buena la idea de dividir el Draft en dos días. El aviso de Adam Silver para mejorar las retransmisiones de los partidos nos deja bien claro que es un gran oyente de este podcast. El inicio de temporada de Los Angeles Lakers es claramente distinto a cómo acabaron la anterior. Se suma la vuelta de las lesiones a la falta de cualquier tipo de sistema en ataque y defensa, y siempre contando con la sobreexplotación de LeBron James. Cuesta motivarse para ver a estos Clippers, pero el reencuentro de Harden con Kyrie en el In-Season no suena mal. Promete el inicio de Dallas Mavericks, aunque hayan empezado con el calendario a su favor. Dereck Lively y Grant Williams aportan seguridad y dejan una mejor rotación en el banquillo. En Philadelphia necesitan aprovechar el mercado para poner el broche a esta plantilla en la que Embiid aparece más como generador. Da gusto ver lo que está formando Indiana Pacers alrededor de Tyrese Haliburton, mano a mano con Mathurin a su lado y con Buddy Hield encontrando su sitio como sexto hombre. OKC echa en falta la mejor versión de Josh Giddey, pero sí cuenta con la de Shai, Holmgren y Dort. Sacramento se desequilibra en cuanto cae alguien, sobre todo si es De’Aaron Fox. Salta la sorpresa en Detroit con la continua mejora de Killian Hayes en detrimento de Jaden Ivey.

Nos viene genial que no haya NBA para volver a grabar. A ver cómo sale el invento, pero llamarlo In-Season Tournament quizá no es lo ideal. Por ahora cumple de maravilla en lo deportivo, así que todos a una y a seguir la rima. Hacemos nuestro el concepto mid-three. Te sorprenderá la relación entre James Harden y el cuento de una oruga. Se mantiene la teoría de que los Clippers es el equipo de Kawhi Leonard. No es tan difícil entenderse para jugar al baloncesto sin mandar los pases a la grada. Boston Celtics da algún motivo para tenerles menos miedo, pero solo alguno. Minnesota empieza a consolidarse como sorpresa, aunque necesitan aprovechar el mercado de Karl-Anthony Towns.

Entre cochecitos, carruseles y las buenas decisiones de Poole y Kuzma en Washington, se recuerda tras su fallecimiento a Bobby Knight, hijo de una época y entrenador de la selección estadounidense que consiguió el oro en Los Ángeles 84 ante España.  Podemos decir que tenemos exclusiva: Milwaukee quiere un ayudante reputado y con galones, y el nombre es Sergio Scariolo. Hay mucho que arreglar en el espanto de los Bucks, que cae ante unos Toronto Raptors no muy brillantes por su capacidad ofensiva. Pueden ganar partidos por Giannis y Lillard, pero sin Middleton no fluye este equipo, y menos aún sin un modelo defensivo similar al que tenían con Jrue Holiday y Budenholzer. Difícil solución porque el quinteto con Malik Beasley de titular no pinta bien y tampoco tienen opciones para buscar mejoras en el mercado.   Boston Celtics confirma las predicciones, hasta las supera con el encaje de Porzingis, y es un equipo absolutamente superior sólo equiparable a Denver Nuggets. Seguimos a la espera de ver jugar a Phoenix Suns al completo. Asusta el 0-5 en Memphis y no tardarán en tomar decisiones, hasta que llegue Ja Morant al menos. Un fuerte abrazo a Marcus Smart. Coge fuerza la ayuda de Dallas para construir sobre Luka Doncic, con físico y defensa entre Grant Williams, Derrick Jones y Lively, pero con la incógnita de Kyrie Irving y la búsqueda infinita de otra estrella compatible para llegar al anillo.   Los Ángeles Lakers empiezan a coger dinámicas y ganar partidos que en otros momentos no sacaban adelante. Pero todo pasa a segundo plano gracias a lo que nos está regalando LeBron James, que no nos pilla por sorpresa pero tampoco resta ni lo más mínimo que es increíble, que ojalá aguante y siga siendo el mejor de los jugadores que salta a una pista de baloncesto cada partido. Empieza el In-Season Tournament, apetece verlo y genera cierta expectación cuando más lo necesita la NBA.

Y por fin sale James Harden de Philadelphia. Ya veremos si se arrepienten los Clippers, que vuelven a ser relevantes para intentar ganar este año el anillo, y qué consiguen los Sixers para completar su plantilla, con objetivos similares a Lavine, Mitchell o Anunoby. Hay narrativa para que pueda funcionar, pero también muchas pruebas para dudar de este traspaso. El inicio de la NBA no deja las mejores impresiones en Lakers y Milwaukee, pero sí ilusión en los Pistons de Cade Cunningham. Estos Memphis no son de fiar. El choque de realidad para Wembanyama puede abrir el debate del ROY, pero no mucho. Se busca IQ para Minnesota. Los Bucks necesitan aprender a jugar con Lillard y Antetokounmpo, pero también encontrar solución para el bajón de Middleton. Que alguien ayude a Korkmaz, Nunn y Vincent. 

Ya tenemos partidos, estrenos y pocas sorpresas. Apaguemos alertas y distracciones. Vuelve la emoción a San Antonio. Buen recibimiento para Wemby a todos los niveles. Alegría para Doncic con la llegada de Dereck Lively, que espabila a Jason Kidd. ¿Cuánto queda de Kyrie y Durant a primer nivel? Garland y Mitchell son buenísimos, pero ninguna pareja se podrá compatibilizar como Curry y Klay. A ver cómo sale la de Booker y Beal. En Portland sólo se salva Scoot Henderson por ser rookie, pero con Ayton y Grant no hay justificación. A saber quién puede coger las riendas en Houston, pero Sengun y Jalen Green por ahora no. Charlotte puede ilusionarse. Boston por supuesto que también, pero cuidado con darle bola a Jaylen Brown, que paraliza todo lo demás. Ni ilusión ni sorpresa ni nada que se le parezca en los Knicks. Toque de atención para que Anthony Edwards asuma ya su liderazgo en Minnesota. Buen presentimiento para los Pacers de Haliburton. Aquí se confía en el Joker por encima de todo. Denver mantiene su equilibrio absoluto y se lleva también el quinto partido. Lakers no puede permitirse los bloqueos de Anthony Davis ni que LeBron se quede con las ganas de jugar de base. Pero estrenarse con el campeón en su casa no es el escenario ideal. La pinta es espectacular en Phoenix, pero necesitamos ver a Los Tres juntos. Todos atentos al estreno de Giannis y Lillard, y al pilla-pilla de los Sixers con Harden. 

Todo es nuestra culpa, hasta que San Antonio Spurs pueda llegar a Las Finales. Bueno, eso sería culpa de Wembanyama. De entrada, nadie está preparado para enfrentarse a él. Apunta a ROY indiscutible, pero no se descarta MVP, Defensor del Año, All-Star y lo que quiera la NBA. No siempre, pero este año tiene toda la pinta de ser glorioso por múltiples narrativas. A ver quién busca perder partidos. ¿Es posible el traspaso de los Knicks por Joel Embiid? ¿Qué equipo del Este tendrá el protagonismo tras Bucks y Celtics? Duele decir en octubre que Boston está a dos pasos del anillo esta temporada. Algo ha pasado en Milwaukee para que haya salido de allí Terry Stotts, gran apoyo para Damian Lillard. En el Oeste también hay dos favoritos que sobresalen, pero la clase media convierte la conferencia en un magnífico caos. Anthony Davis es candidato al MVP, Lakers ha completado la plantilla a la perfección y deberían ser la tercera opción tras Denver y Phoenix. ¿Qué se puede esperar de Pelicans y Grizzlies? Puede que Clippers vaya cuesta abajo, pero ninguno como Toronto. ¿Están estafando a Harden? ¿En serio vale la pena Terrence Mann? Damos unos consejos a Woj. Qué bien conocemos a nuestro Pat. Algo habrá que decir de los Suns, pero todo pasa porque jueguen los tres y metan puntos. ¿Se la juegan más Tatum, Lillard, Durant o Doncic?

Volvemos a poner a punto nuestra característica mirada crítica, nuestra afilada pluma. Qué decepción con James Harden. Esperábamos más de él en su vuelta a Philadelphia. Suele salir caro poner el dinero por delante de todo, salvo que seas Rich Paul o trabajes para él. Empiezan los primeros partidos de pretemporada, siempre apasionantes. ¿Qué debería conseguir este año un equipo como Dallas con Luka Doncic y Kyrie Irving? Casi se consigue hablar de los Lakers, pero no, toca Golden State Warriors. No parece la mejor idea el nuevo rol defensivo de Klay Thompson. Se espera entre poco y nada de Moody y Kuminga. Se presenta gran batalla en Detroit entre Marvin Bagley y Wiseman. La ilusión de San Antonio Spurs pasa también por Devin Vassell. Y la de toda la NBA, por un tal Colin Castleton.

Otro lunes de resaca. Sobre todo en Boston. Brad Stevens se mueve a la perfección y demuestra cómo apostar por un traspaso como el de Jrue Holiday. Tendrán menos profundidad ahora, pero una plantilla candidata a todo. Parece inalcanzable la distancia de Boston y Milwaukee con cualquier otro equipo del Este. Impecable gestión de Portland por ahora con todo lo que está sacando por Damian Lillard. Pero su futuro pasa por la explosión del rookie Scoot Henderson. Los Bucks echaron su órdago y quizá preferían que Jrue no acabase en su máximo rival de la conferencia. Algún día volveremos a hablar de los Lakers.

Otro día en el que no pasa nada en la NBA. Otro día en el que hablamos de cine porque no nos queda otra. Otro día en el que un traspaso cambia por completo toda esta competición. Portland acaba aceptando la mejor oferta que ha tenido sobre la mesa para traspasar a Damian Lillard. Giannis Antetokounmpo consigue una absoluta estrella para ganar otro anillo en Milwaukee Bucks. Empieza a cuestionarse el prestigio de Pat Riley en Miami. Ahora le toca a Portland sacar lo máximo por Jrue Holiday para acompañar a Scoot Henderson y ver cómo funciona Deandre Ayton. A poder ser, sin Boston Celtics como socio. No se espera mucho de Nurkic en Phoenix Suns, pero al menos amplían presupuesto y rotación.

La NBA no para, no descansa, nos tiene locos para elegir de qué puede ir este episodio. En Philadelphia no prevén muchas esperanzas. Se plantea la salida de Embiid, Harden está en su último año de contrato y la relación con Daryl Morey tampoco ayuda. Tener al MVP no les da para llevarse los partidos decisivos. ¿Merecía ser nombrado el mejor jugador de la liga? ¿Le perjudica tanto reconocimiento? ¿Todavía hay debate entre Embiid y Jokic? Seguimos sin saber si Los Angeles Clippers son un equipo competitivo. Y la posibilidad de que llegue Harden no parece la opción ideal. ¿Qué nivel se espera de Paul George y Kawhi Leonard? ¿Deberían renovarles o buscarles una salida? Quizá este sea el primer verano sin que Chicago Bulls suene para un gran traspaso. Mucha suerte a los mejores 25 jugadores menores de 25 años. Cuidado al runrún de Donovan Mitchell para no seguir en Cleveland. Mandamos un fuerte abrazo a Scottie Barnes.

Nos fiamos de nuestros oyentes, pero no de quienes han decidido parar la serie Winning Time en Las Finales del 84. Abrimos el buzón de reclamaciones twitteras por nuestra cuenta @MinimoDVeterano. ¿Y ahora qué pasa con Buddy Hield? ¿Qué quiere pedir Portland por Lillard? ¿Qué le pasa a Antetokounmpo? Milwaukee todavía no se recupera por haberse perdido Las Finales. Cuesta entender el posible nuevo rol de Tatum en Boston. Ojalá salga bien lo de Garuba en Warriors, pero pinta complicado.

Ya no nos falta ritmo. Ni más referencias a la historia de los dibujos animados. Ahora controlamos el espacio-tiempo y las bolas de drac. ¿Qué sentido tiene que Houston Rockets quiera traspasar a Kevin Porter Jr? Sorprende hasta qué punto ha tenido que llegar la NBA para recordar que esta competición consiste en que las estrellas deben jugar siempre que no estén lesionados, sobre todo si los partidos se retransmiten a nivel nacional. Aprende a escribir, Charania. Mientras tanto, a seguir esperando el traspaso de Harden y Lillard, y a seguir descubriendo más hermanos de Antetokounmpo, y a seguir despotricando sobre Rudy Gobert.

Nos falta coger ritmo, pero ya estamos aquí. Ya tocaba. Ya sabemos que Alemania es el campeón del mundo y que Austin Reaves casi es el mejor jugador de Estados Unidos. ¿Alguien conocía la lesión de Doncic desde hace meses? ¿Por qué no han ganado ni Estados Unidos ni Canadá? ¿Qué pudo hacer mejor España y Scariolo en este Mundial?